Exige a autoridades acabar con inseguridad; felicita a reporteros de La Crónica de Hoy
Señor director:
Extiendo una amplia felicitación para el equipo de reporteros de La Crónica de Hoy que en los días recientes, tanto en la sección Nacional como en la de Ciudad, han informado acerca de esta ola de demanda por seguridad pública que ayer rompió con mil voces en el Zócalo de la ciudad de México con un ¡Ya basta!
Hasta donde había leído anoche, marchas similares se realizaron en las capitales de países de Europa y Latinoamérica, así como en Estados Unidos.
Podemos decir que es importante que en el extranjero se hayan unido las voces a las que se manifestaron en ciudades de todo el país contra la violencia desatada en varias entidades de la República. Pero también avergüenza que nos hayamos convertido en un país con altos índices de inseguridad, tapizado de secuestros y ajustes de cuentas, con el narcotráfico desatado.
¿Alguien recuerda cuando se decía que México corría el riesgo de colombianizarse? Mala referencia para identificar a un país hermano golpeado por el narcotráfico y una guerrilla dizque de izquierda pero bien apertrechada gracias al narco.
Bueno, pues ahora estamos en ese plano de ser punto de referencia en Latinoamérica y cualquier otra parte del mundo, cuando algún funcionario o ciudadano común refiera, ante crecientes índices de inseguridad, que está su país en riesgo de mexicanizarse.
Mal referente somos con esto de la corrupción, el narcotráfico, los secuestros, la impunidad, la demagogia y los protagonismos políticos. Ojalá y la marcha Iluminemos México —a la que las autoridades capitalinas pretendieron restarle asistencia e indicaron que asistieron por ahí de cincuenta mil, cuando sin duda asistieron más de un millón de ciudadanos— cumpla con ese objetivo de sacudir conciencias y que la impartición de justicia como la procuración de ésta y la seguridad pública sea para todos los mexicanos, para todos los que habitamos en este país.
Malo, malísimo y lamentable cualquier acto encaminado a privar la vida a un ser inocente, ya sea niño, hombre, mujer, joven, adulto, anciano. Pero malo también que se mantenga la tabla discriminatoria de atención.
Valga la comparación, quizá no afortunada, de que ya pueden secuestrar a una ama de casa de una colonia popular, para pedir unos miles de pesos por su liberación, que la policía poco hará y seguramente ello no implicará ni siquiera una protesta callejera contra los patrulleros que sólo atracan a noctámbulos en noche de viernes o de quincena. Todos somos México, fuera colores, fuera partidos, fuera discriminaciones.
Atentamente
Carlos Alfonso Sánchez Estrada, colonia Lindavista.Delegación Gustavo A. Madero
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