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Antes de ser expulsado del país, Jorge Bolaños, hasta hoy embajador cubano, dijo que el gobierno de México tomó el asunto de Carlos Ahumada como “un pretexto sin fundamento” para bajar el nivel de las relaciones políticas con su país.
En cambio, expuso, que su país “se ha mantenido trabajando” con México durante los últimos años, a pesar de que la posición mexicana “contra Cuba en la Comisión de Derechos Humanos” en la isla, del trato que obtuvo Fidel Castro en Monterrey y de la “crisis desatada por la irresponsable” actitud del ex canciller Jorge Castañeda.
En su mensaje de despedida aclaró que hoy se va de México como ordenó el gobierno de México, pero rechazó las imputaciones en el sentido de que funcionarios cubanos hayan tomado injerencia en la política nacional.
“No se han violado las leyes mexicanas y hemos actuado siempre con pleno respeto al pueblo mexicano, al cual nos unen lazos indestructibles, cimentados en nuestra historia, cultura y aspiraciones comunes”, puntualizó.
Aseguró que la decisión mexicana intentó justificarse también en el discurso pronunciado por Castro el 1 de mayo en La Habana, donde señaló que el prestigio de México se había convertido en cenizas.
Un día después del anunció mexicano, Bolaños apareció con un semblante adusto y al leer la posición de Cuba, dedicada a los mexicanos que han expresado su solidaridad con la isla, insistió que ninguna de las personas de su gobierno “realizaron acciones contra el pueblo de México, sus autoridades ni sus instituciones oficiales”.
Pero advirtió: “sobre este tema mi gobierno ofrecerá a su debido tiempo mayor información”.
El diplomático no permitió preguntas y anunció que la embajada cubana seguirá promoviendo los lazos de amistad.
Dijo que no habrá cambios en lo comercial, turístico, económico, académico, profesional, cultural, pero no tocó lo político.
Sin embargo, se acordó cuando el ahora candidato independiente a la Presidencia de México azuzó al pueblo de Cuba “a penetrar” a la embajada de México en La Habana, en el intento de emigrar hacia Miami y calificó ese momento como la “crisis desatada” entre ambas naciones.
Bolaños abandona el país hoy en un vuelo de Cubana de Aviación que parte del aeropuerto de la Ciudad de México antes de la 6 de la tarde con destino a La Habana.
“Me acompaña el sentimiento de dignidad de mi pueblos, concluyó, con un aplauso de empleados de la embajada.
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