Escenario

CORTE Y QUEDA. Dentro de las películas que nos marcaron este 2024 se queda el nuevo filme de Eva Trobisch presentado en el Festival de Cine Alemán

‘Ivo’: Los dilemas de una enfermera sobre el final de la vida

Fotograma de 'Ivo' El filme participó en el Festival de Cine Alemán en la CDMX. (CORTESÍA)

Dentro del marco del 23 Festival de Cine Alemán, la cineasta Eva Trobisch presentó en competencia la cinta Ivo, una historia sobre una enfermera de cuidados paliativos a domicilio que es testigo de la vida y muerte de todo tipo de personas.

Su trabajo es su razón de ser, aunque a veces el mismo resulte tan desgastante que absorbe toda su atención, creándole una rutina monótona donde encuentra su mejor refugio en su automóvil, lugar que funciona como una especie de hogar pequeño donde come, llora, se frustra y expresa sus emociones casi siempre reprimidas.

Minna Wündrich da vida a esta mujer que parece erigirse casi como un ángel de la muerte, al ser solamente testigo de la decaída inevitable de sus pacientes, cada uno con su forma particular de lidiar con su inminente final.

A pesar de ello, Ivo tiene un muy cercano vínculo con una de ellas, Solveigh (Pia Hierzegger) y su esposo Franz (Lukas Turtur), con quien ha desarrollado además una relación más íntima. Pero cuando el punto final de esa amistad se va acercando y las tareas más simples se convierten en un pesar, la enfermera tiene que lidiar con su propio desgaste, vida y emociones mientras aprende a dar el paso que los demás que le rodean han dado.

Wündrich dota de una personalidad interesante que, detrás de esa aparente monotonía, maneja constantemente un reto al manejar sus emociones debido a la dura esencia de su trabajo.

Gracias a la investigación a fondo hecha por la directora, Ivo muestra un realismo honesto y crudo sobre la cuestión de los cuidados paliativos para arriesgarse incluso a tomar el tema tabú de la eutanasia.

Todo esto alimenta de buena forma el arco que la protagonista tiene, mostrando no sólo el complicado paso de vivir cercano a la muerte, sino de la relación que algunos entablan con la misma, como es el caso de los familiares y de la enfermera protagonista misma.

De alguna forma, el filme de Trobisch muestra ecos de Chronic: El último paciente (Franco, 2015), otra cinta que aborda esta cercanía con la muerte y su impacto en quien asiste al enfermo y cómo éste impacta su propia vida.

Sin embargo, a diferencia de lo abrupto del final y el casi nulo desarrollo de aquel protagónico encarnado en Tim Roth, Ivo si le da una profundidad interesante al desgaste que va padeciendo nuestra estelar, lo cual va fracturando un poco sus relaciones interpersonales así como la forma de ver a la muerte misma gracias al acierto de poner a alguien cercano a ella que, inevitablemente y aunque ella lo niega, va haciendo mella en su cara de neutralidad.

Minna le da esa fuerza trágica a su personaje, misma que está hecha no para salvar sino para acompañar hasta el punto final a sus pacientes y sus familias. Pero ello va drenándola de su energía, tanto física como emocionalmente.

Sumado a ello, tenemos la habilidad de Eva como directora para entregar tomas mucho más cerradas de sus expresiones, además de un buen manejo de tomas estáticas donde la mirada de la enfermera o sus ojos como mera testigo de los actos de los familiares, sus anécdotas y recuerdos de vida, la convierten en este testigo activo de un inevitable final.

Otro de los aciertos de Trobisch en el guión resalta en sus diálogos, mismos que se perciben auténticos y que no tienen una carga moral hacia una postura o ideología determinada. Ella es capaz de darle a Ivo su propia voz independiente que inevitablemente choca con su mirada optimista y lo duro de su trabajo, ese que desata su abrumadora carga sobre ella y las formas en las que es capaz de liberarlo, enfrentarlo o simplemente guardarlo todo hasta un punto de colapso.

Esto, sumado a la experiencia de poner a Wündrich al lado de actores no profesionales, ayuda a que este pesaroso ambiente se transmita de una forma más honesta que provoca la empatía en la audiencia que comprende y, como ella, quisiera poder ayudar pero no puede hacerlo.

Bajo una mirada casi documental, Ivo ofrece una mirada a una vida que va más allá de la moralidad y nos enfrenta al duro destino que todos tenemos enfrente a través de esta mirada franca de una persona llena de secretos que enfrenta el dilema interno de la ética y la legalidad de qué tan humano es, para un paciente o sus familiares y amigos, el enfrentar una pérdida mientras la oportunidad y esperanza de seguir adelante o de una nueva oportunidad se cierne en el horizonte.

Esto sin dejar de lado el factor de la eutanasia, tema ilegal en muchas partes del mundo pero que resuena aquí como la cuestión más importante del cuerpo y decisión propias, pues el dolor va más alla de los cuerpos, sino que marca las almas de todos, hasta de quienes tienen la labor de ayudarlos hasta que esto suceda.

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