Escenario

Felipe Gálvez: “La mayor potencia del cine no es la representación de la realidad, sino la distorsión de la misma”

ENTREVISTA. El cineasta habló con Crónica Escenario de su ópera prima Los Colonos que este año representó a Chile en los Oscar y que llegó a las salas mexicanas este fin de semana

cine

Imagen del cineasta en el Festival de Cannes donde ganó el premio FIPRESCI.

Imagen del cineasta en el Festival de Cannes donde ganó el premio FIPRESCI.

Especial

Durante el pasado Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), el cineasta chileno Felipe Gálvez presentó su ópera prima, Los Colonos, elegida para representar a su país en la carrera por el Oscar donde decide tomar como referente el caso de genocidio para uno de los pueblos originarios coqueteando con el western, llevándolo por territorios inexplorados a través de un grupo inusual conformado por un chileno mestizo, un ex militar inglés y un mercenario estadounidense.

A propósito de su estreno en Mubi y en cines selectos, Crónica Escenario charló con el director y guionista de este filme, cuya sinopsis cuenta lo siguiente: A fines del siglo XIX las estancias ovejeras cubren cada vez más territorio en la Patagonia chilena. En 1893, Segundo, un mestizo chileno; Maclenan, un militar inglés y Bill, un mercenario estadounidense, emprenden una expedición a caballo para delimitar y reclamar las tierras que el Estado le ha otorgado a José Menéndez. Lo que parece ser una expedición administrativa, se transforma en una violenta cacería de onas, los nativos del archipiélago de Tierra del Fuego.

Leí la historia y pensé que podía hacer una película de ello. Eso pasó hace como 14 años, pero posteriormente me di cuenta que era algo muy grande, parecía medio absurdo que fuera mi primera película. Cuando la empecé a escribir, creía que era una idea genial hacer una cinta solo en exteriores, con tres caballos, que iba a ser muy económica hasta que los productores me explicaron que sería difícil. He ido aprendiendo casi todo haciéndola, ha sido mi escuela en todo sentido, ha sido como un proceso de ir aprendiendo con ella”, comentó Gálvez acerca del nacimiento de Los Colonos.

“Quería hacer esta historia, que es una página ahorrada de Chile. Me di cuenta que hacer un western sobre un genocidio, especialmente considerando que ese género era de propaganda y que había sido una herramienta política de apoyo al exterminio de los pueblos indígenas en el siglo XX, sabiendo que el cine también está manchado con sangre y creo que todo eso va entrando al guion de este proyecto”, añadió el chileno.

Lo interesante es que cuando uno trata de hablar de la historia oficial, como de la conmemoración del golpe de Estado en Chile y todo lo que es la dictadura, no está escrito. No existe la historia oficial sobre lo que pasó entre 1973 y 1990. Estamos en el 2023 y es algo que no se ha podido escribir”, continuó.

Lee también

‘Nómadas de la 57’: Un retrato humano de los transportistas

AJ Navarro
Fotograma del filme.

“Lo que sí hay es muchos intentos de cambiarla, de ocupar palabras. En Chile se ocupa mucho eufemismo, ahora se habla del pronunciamiento militar, pero antes habíamos hablado de los procesos de colonización con los pueblos indígenas. Me parecía importante llegar a un momento histórico, cuando la nación está naciendo, y ver cómo se decide qué página es la que se decide borrar y cómo ese pueblo empieza a ser usado como una imagen de merchandising del país y se transforma en un peluche”, señaló Felipe, quien cree que esto es sinónimo de una violencia diferente.

Esto llevó a Gálvez a cuestionarse sus obligaciones y enfoque como cineasta para darle vida a Los Colonos.Mi aproximación es con el cine, no soy historiador, no vengo de las ciencias sociales y no considero que mi película sea un cine activista o político. Soy consciente de la operación política que hago, pero no considero que sea un cine de denuncia”, comentó.

Soy una persona que trabaja con la imagen, con su artificialidad, que la manipula, le cambia el sonido, el color, la duración, esa es mi relación con el cine, siempre estar en la manipulación de esas imágenes. Me interesó ocupar toda esa herramienta para construir una historia que esté totalmente manipulada y distorsionada pues la mayor potencia que tiene el cine no es la representación de la realidad, sino la distorsión de la misma”, aseveró.

Y es que, para el también montajista, el cine funciona también como un creador del imaginario colectivo. “Existe esa frase de que la historia la escriben los vencedores, pero también es como la escribe quien tiene la cámara. Con Los Colonos se busca hacer crítica con mucha gente, pero es ponerme en un lugar moral superior, donde critico al resto. Y sí, creo que el séptimo arte ha sido partícipe de la construcción de las naciones, un invento muy relevante del siglo XX, somos países muy nuevos al lado de ellos”, dijo.

Lee también

‘Puan’: la filosofía es hacer preguntas y no buscar respuestas

David Rosas Lira
Fotograma del filme.

Ese cortometraje final que uso en mi filme está construido con una mezcla de ficción con imágenes reales del centenario de Chile que se grabaron para mostrar la construcción de los museos. También está el funeral del presidente Pedro Montt que tiene que ver con las primeras imágenes del cine. Como esta idea del tren, la tecnología, y citar esa relación constante con el séptimo arte es como una motivación constante en este proyecto”, mencionó.

Al hablar de historia y lecciones a través del cine, Felipe fue muy tajante: él no cree en la historia oficial de su país. “No hay muchos documentos respetables ni históricos que leer. Generalmente toda la gente que escribió de este hecho es cercana a la familia Menéndez. Entonces, mi aproximación es como la que puede tener cualquier persona en base a documentos de bastante poca fidelidad”, destacó.

Me tomé la libertad de cuestionar a los involucrados. Pero mi película no es algo didáctico ni pretende ser un documento histórico. Es solamente un elemento para reflexionar sobre cómo el cine puede mentir y cómo se puede modificar la historia. Hice un western donde elijo esta historia que podría haber sucedido para mí en cualquier lugar del continente americano. Desde el norte hasta el sur, todo está lleno de páginas borradas y lo que cambia es el paisaje”, afirmó.

Me parece pretencioso pensar que mi película pudiera ser un documento histórico. Y yo entiendo que mi cinta en realidad es provocadora. Pero prefiero pensar que el cine lo que hace es manipular y distorsionar la realidad. Por eso juego con todos esos elementos, está la música, los vestuarios, está todo a un lado. Y juega con el artificio. Como para decir esto que estás viendo no es la realidad. Esto no es la historia y lo que cuentan los cineastas está totalmente manipulado”, añadió el nacido en Santiago de Chile.

Lee también

‘Pole Dance’, un filme que cierra la trilogía de la violencia de Maryse Sistach, en voz de sus protagonistas

Irving Torres Yllán
Fotograma del filme.

Una de las partes destacadas del filme es la violencia que muestra, explorando diferentes puntos de vista de la misma. “Me parecía importante mostrarla pues la historia es mucho más violenta que la que yo muestro. De hecho, seleccioné muy pocas cosas, como el hecho de que se cortaban orejas. Porque si no, se va edulcorando el relato y pareciera que ese factor no existe. Si iba a pasar por este proceso de colonización, tenía que mostrar la mayor cantidad de violencia”, enfatizó.

Hay un punto en donde uno quiere que uno entienda que está haciendo una película. Que va a generar emociones o momentos desagradables en la audiencia. Pero a mí no me interesa si la audiencia lo pasa mal todo el tiempo. Quiero que reflexionen viendo la película, que se emocionen y necesito mantenerlos como cómplices. Esto es una provocación, crear algo que es terrible pero hermoso. Entonces, eso es como una contradicción”, expresó Gálvez.

Finalmente, Felipe apuntó a las diversas miradas que su filme puede generar en el público. “Personalmente, siento que hay dos espectadores muy claros que marcan dos maneras de leer la película. Una desde los países que han sido colonizadores y otra la de los que han sido colonizados. Nosotros los latinoamericanos nos consideramos de esa última especie”, expresó.

“Porque eso es lo que más estudiamos en nuestra historia oficial, cuando fuimos conquistados y descubrimos nuestra independencia. Pero nosotros sí tenemos una dualidad que es poco hablada pues colonizamos nuestros propios países, matamos a los pueblos originarios y ejercimos esa dualidad que no la tenemos tan integrada y de la cual no estamos tan acostumbrados a procesarla”, concluyó.