En la más reciente edición del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), una de las películas que se presentaron como parte de su Selección Oficial en competencia fue Ahora que estamos juntas, que se llevó el Premio del Público a Largometraje Documental Mexicano gracias a su manera de retratar la historia real de un grupo de mujeres que han unido sus esfuerzos para que todas puedan sentirse seguras en un país en el que tristemente los feminicidios siguen siendo el pan nuestro de cada día, junto con otras formas de violencia contra la mujer.

Durante el vigésimo encuentro cinematográfico en territorio moreliano, Crónica Escenario charló con la documentalista mexicana feminista Patricia Balderas Castro acerca de su ópera prima que cuenta su propia historia y la de su madre, que son similares a las historias de muchas mujeres en México, mostrando la vergüenza y la culpa que se siente al no defenderse ante una agresión o al darse cuenta de que se ha juzgado injustamente a otras mujeres por no actuar ante el acoso y el abuso sexual callejero.

Desde un retrato íntimo que entreteje la vida personal y colectiva, este documental reconoce la capacidad de las mujeres para actuar ante los tipos de violencia de los cuales pueden ser víctimas, habla de la necesidad de entender que el problema no son las mujeres, ya que el verdadero problema está en un sistema que las oprime y las silencia de diversas formas.

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“A mí me invitan a escuchar y trabajar sobre el acoso sexual callejero, estando ahí yo no puedo reconocer la violencia en mi vida en un principio, me cuesta trabajo recordar que me haya pasado a mí pero pasan semanas y me acuerdo, se vienen todos los recuerdos y es horrible darte cuenta que has vivido oprimida y que has sido violentada y que te acabas de dar cuenta, es angustiante y al mismo tiempo también salen la rabia y el enojo, que en ese caso es súper necesario”, compartió la directora sobre cómo llegó con las mujeres a quienes presenta en su documental y cómo fue para ella darse cuenta de que, al igual que muchas, ella también había sido víctima del acoso tan lamentablemente común en nuestro país.

“Yo creo que va a haber mucha incomodidad y creo que justamente es lo que busco, yo lo veo y no siento que sea incómodo pero probablemente para muchas personas sí lo será y creo que al final es el objetivo porque la incomodidad te obliga a hablar del tema con otras personas, te obliga a poner el tema sobre la mesa y de alguna manera esa idea se queda dando vueltas y te obliga a pensar cosas, puede que te lleve hacia un punto donde digas ‘probablemente no estoy haciendo las cosas tan chidas o no las estoy viendo desde esta perspectiva y tal vez debería hacerlo’, creo que empezar con esta incomodidad es necesario para empezar a dialogar sobre este tema y que podamos hablarlo, creo que la incomodidad siempre ayuda a mover las cosas”, comentó la egresada de la Maestría en Cine Documental de la Escuela Nacional de Artes Cinematográficas de la UNAM, refiriéndose a cómo el tema del feminismo y los derechos de la mujer puede poner incómodas a ciertas personas, algo que resulta absurdo pero que también ayuda a poner el tema en la mesa.

Durante el largometraje se menciona que en México el machismo y la misoginia están directamente ligados con el humor, pues en pleno 2022 todavía hay hombres a quienes se les hace chistoso decirle cosas a una mujer que pasa por la calle, lo cual está mal en muchos sentidos y es uno de los aspectos en los que debemos generar conciencia como sociedad, algo a lo que ayuda este documental.

“Todavía les parece chistoso a muchos hombres que pase una mujer y le griten de cosas porque piensan que es adulador, justamente es la parte de cómo el acoso sexual callejero se toma de una forma humorística, los hombres que lo hacen ya sea de forma personal o en grupo lo hacen porque pueden y porque se sienten con el poder de decirle lo que quieran y cuando quieran a una mujer, no hay un ambiente de unidad al final porque nadie nos escucha y eso no me gusta, apenas comenzamos a decir las cosas pero a pesar de que las decimos no se nos escucha y creo que es el reflejo de una sociedad súper machista donde nosotras estamos acostumbradas a callarnos y donde los agresores están acostumbrados a ejercer ese poder en público”, mencionó la realizadora.

Después de exhibirse en el FICM 20, se buscarán diversas formas para seguir llevando Ahora que estamos juntas a más personas. “Queremos lanzar una campaña de impacto que vamos a presentar hasta el 25 de noviembre y la idea es justo apropiarnos del espacio público a través de proyecciones acompañadas de rodadas, picnics, performances, conciertos o cualquier actividad recreativa cultural que pueda acompañar a la proyección y de manera que podamos generar diálogos, también queremos llegar a otros públicos como adolescencias y juventudes, para eso tenemos también estrategias para llegar a centros educativos y a escuelas y a lugares donde podamos hacer las proyecciones acompañadas también de especialistas que puedan contestar preguntas”, expresó Patricia Balderas Castro.

Parece que aunque sabemos qué es el acoso sexual callejero, pocas veces logramos verlo y quienes lo sufren no saben cómo reaccionar o qué pueden hacer para contrarrestarlo en la mayoría de los casos, por lo que esta película abre el diálogo sobre esas vivencias violentas que normalizamos y que no hablamos, situación que es necesario cambiar.

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