Escenario

‘Ofrenda al demonio’, una película más saboteada por el abuso del jump scare

CORTE Y QUEDA. La ópera prima de Oliver Park, quien ganó fama con su cortometraje Vicious del 2015, considerado uno de los mejores en su rama de la década, no logra su cometido a pesar de algunos momentos

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Fotograma de 'Ofrenda al demonio'.

Fotograma de 'Ofrenda al demonio'.

CORTESIA

En los últimos años el cine de terror ha girado a las tradiciones judías para crear nuevas historias que atrapen al espectador, quizá cansados de siempre repetir el manual de la cultura católica, buscando algo novedoso que ofrecer, ahora, en esta ocasión llega Ofrenda al demonio (The offering), la que a pesar de contar con una mirada distinta a las posesiones, fracasa al caer en manos de un director chapucero y que busca el susto fácil, desaprovechando la historia tiene entre manos.

Art (Nick Blood) regresa a casa con la esperanza de convencer a su padre de vender la propiedad en la que habita, la cual forma parte de una funeraria que administra, le acompaña su esposa Claire (Emily Wiseman), quien se encuentra embarazada. Cuando le es encargada la tarea de preparar un cuerpo para los ritos funerarios, desata a Abyzou, un demonio femenino, que se alimenta de niños, lo que pone en riesgo la vida de todos.

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Fotograma del filme.

Ofrenda al demonio es la ópera prima de Oliver Park, quien ganó fama con su cortometraje Vicious del 2015, considerado uno de los mejores en su rama de la década, por lo que su primer largometraje era esperado con altas expectativas, pero a diferencia de su corto, en esta ocasión se decanta por buscar el susto fácil, usando algo peor que la repetición del jump scare, se dedica a usar sonidos repentinos y estridentes de la nada para provocar el salto en el espectador, desperdiciando la oportunidad de crear atmósferas y sutilezas.

La cinta es protagonizada por Nick Blood, quien jamás se cree su personaje y las situaciones enfrenta, lo que juega contra la película al hacer que el espectador no logre conectar con quien se supone es el hilo conductor. Su esposa es interpretada por Emily Wiseman, todo lo opuesto a él, quien nos cautiva con su presencia y nos permite interesarnos en su destino. Allan Corduner, como el dueño de la funeraria logra crear la imagen de un hombre duro pero sensible, quien será sobrepasado por las cosas.

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El filme puede verse en la Cineteca Nacional.

La película logra crear algunas buenas atmósferas y situaciones, desafortunadamente el director sabotea su producto al introducir esos sonidos inesperados para provocar el susto, eso malbarata lo que vemos en pantalla, siendo molesto más que atemorizante. Y este sencillo elemento desbarata cualquier intento de que Ofrenda al demonio trascienda, en lugar de consolidar una historia basada en ritos casi desconocidos para la mayoría de los espectadores, la diluye, lo que hace que al llegar al final sólo deseemos acabe esperando no haga lo que tememos hará para provocar un grito final… decepcionando por supuesto.

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