‘Pasaje al paraíso’: Escenario exuberante y pareja carismática, en un filme genérico a más no poder
CORTE Y QUEDA. Este filme es para engrosar la ya larga lista de romances nacidos, construidos o recuperados por una pareja cuando ésta viaja a (o coincide en) un destino vacacional de ensueño
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Es una comedia romántica al más clásico estilo hollywoodense cuyo principal atractivo radica en su pareja protagónica
En Pasaje al paraíso, David Cotton (George Clooney) y Georgia Cotton (Julia Roberts) son una pareja cuya relación sentimental se fue desgastando y en un punto determinado decidieron terminarla y tomar caminos separados. El único lazo que los hace juntarse (muy ocasionalmente) es su hija Lily (Kaitlyn Dever), y cuando llegan a encontrarse en alguna ocasión especial relacionada con ella (como ocurre con su graduación de la universidad) se la pasan discutiendo entre sí, y disputándose la atención (y el cariño) de su única descendiente.
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Cuando Lily se gradúa, decide celebrarlo tomando vacaciones en una locación paradisíaca en Bali, en compañía de su mejor amiga, la desinhibida Wren Butler (Billie Lourd). Y tras unos días allí, conoce a un atractivo joven residente del lugar de nombre Gede (Maxime Bouttier), con el cual tiene un flechazo casi instantáneo, y resulta ser correspondida. Así que, perdidamente enamorada, algo así como un mes después, ella y él toman la decisión de casarse y establecer su nuevo hogar allí, y la joven se lo comunica a sus padres a quienes invita a acompañarles a la ceremonia, la cual también han decidido celebrar en el sitio turístico.
Tanto David como Georgia no toman la noticia con mucho agrado: creen que la joven se ha precipitado en su decisión y que es muy poco tiempo para decidirse a asumir un compromiso tan serio. Pero en el fondo, les aterra que la joven esté a punto de cometer el mismo error que ellos hace veinticinco años atrás: casarse por efecto del amor a primera vista.
En la segunda mitad el tono del filme comienza a suavizarse, dando paso ya a la comedia romántica convencional, sus lugares comunes y sus situaciones rutinarias
Con esto en mente, deciden poner sus diferencias a un lado momentáneamente, y durante el viaje a Bali desarrollan una estrategia: en lugar de manifestarle a Lily sus incertidumbres y desconfianza por su espontánea decisión – y así evitar lastimar sus sentimientos-, secretamente (sin que ella se dé cuenta) harán lo posible para sabotear y retrasar la boda, confiando en que en ese tiempo se le pasará el enamoramiento y su hija pensará las cosas con mayor claridad.
En cuanto el avión toca tierra, el ex matrimonio pone en marcha sus planes. Y aunque de principio logran retrasar algunos preparativos y ceremonias previas (como dictan las tradiciones de en esa región), lo cierto es que pronto sus acciones desembocarán en una serie de enredos y situaciones chuscas a través de las cuales comenzarán a cuestionarse no sólo si lo que están haciendo es en verdad lo mejor para su hija; sino las verdaderas razones que los hicieron unirse a ellos románticamente, y las que luego los condujeron a separarse
el filme queda como un producto que los fans de Julia Roberts y George Clooney disfrutarán mucho
Con este plot el guionista y director británico Ol Parker (El exótico Hotel Marigold –y su secuela-, ¡Mamma Mia! Una y otra vez) elabora un argumento haciendo equipo en el escritor Daniel Pipski, y entre ambos conciben una comedia romántica al más clásico estilo hollywoodense cuyo principal atractivo radica (como el propio cartel lo vaticina) en su pareja protagónica, y conscientes de ello, toda la película está construida con ellos siempre al centro.
El inicio es bueno (incluso un tanto prometedor), con los ex cónyuges haciéndose recriminaciones y reproches todo el tiempo, dejando claro que, en su relación, el odio y desprecio ha tomado el lugar del amor y la cordialidad. Y cuando deciden unir fuerzas para frustrar los planes nupciales de su hija y apuntar sus baterías en esa dirección, durante los primeros minutos dotan al filme de una serie de gags armados con un humor y efectivo.
Agradará a aquel público que simplemente busque ir a salas comerciales a reírse inocuamente por un par de horas.
Sin embargo, en su segunda mitad el tono de Pasaje al paraíso comienza a suavizarse, dando paso ya a la comedia romántica convencional, sus lugares comunes y sus situaciones rutinarias, y donde el espectador puede fácilmente adivinar lo que pasará con las parejas (la que se va a formar y la que se disolvió) al aproximarse el desenlace.
Y así, este filme es para engrosar la ya larga lista de romances nacidos, construidos o recuperados por una pareja cuando ésta viaja a (o coincide en) un destino vacacional de ensueño. Finalmente, queda como un producto que los fans de Julia Roberts y George Clooney disfrutarán mucho (tanto como se ve que ellos la disfrutaron al filmarla). Y en última instancia, agradará a aquel público que simplemente busque ir a salas comerciales a reírse inocuamente por un par de horas.
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