Escenario

‘Sonríe’: Un debut con algunas fallas, pero que se deja ver

CORTE Y QUEDA. Aunque no consigue ser un trabajo memorable ni muy innovador, en la suma de sus partes termina por funcionar bien para ese público deseoso de experimentar miedo y sobresaltos en una sala de cine, sin buscar nada más

cine

Es el primer largometraje del cineasta norteamericano Parker Finn, basado en su propio corto intitulado 'Laura Hasn't Slept' del 2020

Es el primer largometraje del cineasta norteamericano Parker Finn, basado en su propio corto intitulado 'Laura Hasn't Slept' del 2020

Cortesía

La doctora Rose Cotter (Sosie Bacon) es una mujer cuya vida quedó marcada por una experiencia traumática de su infancia relacionada con su madre. Ahora lleva una existencia en apariencia feliz y pacífica, ganándose la vida como psiquiatra para una clínica donde se atienden urgencias, y viviendo en compañía de su pareja Trevor (Jessie T. Usher).

Un día, se le asigna una paciente de nombre Laura Weaver (Caitlin Stasey), quien es ingresada por una crisis nerviosa aguda, y se cree que dicha crisis fue resultado de haber presenciado el suicidio de uno de sus profesores días antes. Cuando la doctora atiende a la joven, está le cuenta algo extraño: en el momento en el cual su profesor decidió terminar con su vida, en realidad ya no era su profesor, sino “alguien” en el cuerpo de él, quién antes de morir le brindo una sonrisa socarrona. Y después, ese “alguien” la ha estado acosando día y noche, apareciendo frente a ella tomando la forma de seres conocidos, pero siempre con una constante: ostentando la misma siniestra sonrisa.

Lee también

"El género de terror siempre ha sido muy proclive a mostrar los miedos o las ansiedades de la sociedad": Parker Finn

EFE/Guillermo Azábal en Los Ángeles
..........

Tras relatarle esto a Rose, Laura sufre un ataque de pánico y colapsa. La psiquiatra intenta pedir ayuda al personal hospitalario, pero cuando vuelve la mirada, Weaver parece haber recuperado la consciencia y está de pie frente a ella, observándola en silencio... con una macabra sonrisa. Acto seguido, se quita la vida de un modo particularmente horrendo.

Profundamente perturbada por el hecho, a la terapeuta le asignan unos días de asueto para recuperarse del shock. Pero ella sigue inquieta, y comienza a indagar un poco más sobre su paciente fallecida y las circunstancias extrañas alrededor de su muerte. Con ayuda de Joel (Kyle Gallner), el policía quien atendió el caso de Laura, -y exnovio de Rose-; pronto descubre que los trágicos decesos de Weaver y de su profesor obedecen a un escalofriante patrón: alguien es testigo de un suicidio, y días después ese testigo replica la acción, matándose frente a otra persona, y así sucesivamente.

El filme combina el tema de maldiciones virales transferidas de persona a persona y las creepypastas

El filme combina el tema de maldiciones virales transferidas de persona a persona y las creepypastas

Cortesía

De forma paralela a tales hallazgos, la doctora Cotter empieza a experimentar en carne propia sucesos anómalos los cuales gradualmente la hunden en un estado de ansiedad constante, y ello poco a poco comienza a afectar la relación con su esposo y con el resto de su familia. Para colmo, Rose siente que alguien la sigue a toda hora, y ese alguien toma la apariencia de su malograda paciente o de otras personas a quienes conoce. Y siempre ostenta una sonrisa espeluznante. Las personas cercanas a ella creen que todo es una invención de la febril y atribulada mujer, cuya mente ha sido afectada por lo ocurrido con Laura; o porque sigue atormentada por los traumas de su niñez; o ambos. Pero ella está convencida de que detrás de sus temores y visiones, hay algo más.

Tal es la premisa de Sonríe (Smile), el primer largometraje del cineasta norteamericano Parker Finn, basado en su propio corto intitulado Laura Hasn't Slept del 2020. Se trata de un filme de horror y suspenso donde se combina el tema de maldiciones virales transferidas de persona a persona -al estilo de El Aro (Hideo Nakata, 1998 / Gore Verbinski, 2002) y similares- y las creepypastas que forman ya parte de la cultura popular, y los vincula al tema de las psiques alteradas y/o quebradas por hechos traumáticos los cuales pueden regresar desde lo profundo de tales mentes atormentadas, en momentos y formas inesperadas. Con estos elementos crea una historia inquietante, de atmósferas angustiantes reforzadas por un diseño sonoro y un score desquiciantes (este último a cargo de Cristóbal Tapia de Veer) que mantienen al espectador tenso durante casi todo el relato.

El punto débil en el debut de Parker Finn reside en su ritmo y en la duración de la película

El punto débil en el debut de Parker Finn reside en su ritmo y en la duración de la película

Cortesía

Contrario al cine tradicional de horror el cual privilegia los espacios oscuros y cerrados para la creación de atmósferas propicias, su propuesta visual (y la de su cinefotógrafo Charlie Sarroff) apuesta también por espacios luminosos, diurnos y cotidianos, donde lo anómalo se presenta de súbito, y ello funciona bien al momento de acrecentar la incertidumbre y aprensión en el personaje principal (y de paso en el espectador), alimentando la sensación de que lo aterrador puede saltar desde cualquier parte, en cualquier momento.

El punto débil en el debut de Parker Finn reside en su ritmo y en la duración de la película. Hay momentos en donde la trama se estanca un poco en ciertas partes, y comienza a reiterar cosas en otras, alargándola innecesariamente, haciéndole cansina por momentos y propiciando que la atención (y la tensión) emanados de los sucesos en la narración se diluya en dichos momentos. De hecho, da la impresión de divagar un poco en su parte media, y recuperar su tono y fuerza iniciales conforme se acerca el desenlace, coronado con un giro final eficaz.

'Sonríe' termina por funcionar bien para ese público deseoso de experimentar miedo y sobresaltos

'Sonríe' termina por funcionar bien para ese público deseoso de experimentar miedo y sobresaltos

Cortesía

Aunque por estos y otros detalles no consigue ser un trabajo memorable ni muy innovador, en la suma de sus partes Sonríe termina por funcionar bien para ese público deseoso de experimentar miedo y sobresaltos en una sala de cine, sin buscar nada más. E incluso, tal vez podría ser el inicio de una nueva franquicia de horror al estilo de Destino final y otras parecidas.