
En 1989, el estreno de La Sirenita que significó el regreso, tras 30 años, de las historias que tenían como protagonista a una princesa a los filmes de Disney Animation Studios, marcó también un punto de inflexión, a partir de entonces lo guiones ponderaron a las voces masculinas, según un estudio realizado por la lingüistas Carmen Fought y Karen Eisenhauer.
Por difícil que parezca, en cintas de los años 30 y 50, los personajes femeninos tenían mayor oportunidad de hacer escuchar su voz, en Blancanieves el porcentaje de diálogos femeninos y masculinos está equilibrado con 50-50, mientras que en La Cenicienta fue de 60-40 y en La Bella Durmiente de 71 para ellas.
En el periodo que comprende de 1989 a 1999 ese porcentaje bajó drásticamente, a pesar de que el retrato de la damisela en peligro, a la espera de ser rescatada por un caballero de reluciente armadura fue depuesto, lo que significó cierto grado de empoderamiento.
Con la llegada de John Lasseter y Pixar a la casa de Mickey Mouse ese empoderamiento resultó más real con el lanzamiento de Valiente, en donde los roles de mujeres hablan en un 74% del guión, ya que la trama de vida de Merida fue ideada por la directora Brenda Chapman.
“Comencé a imaginar cómo sería un cuento de hadas, con una mamá trabajadora y una hija muy obstinada cuya fortaleza tú no deseas aplastar –aunque algunas veces sí te den ganas de aplacar un poco-. Pero al final, no era para nada un cuento de hadas. Valiente resultó ser mucho más una historia de aventuras y acción, de época”, dijo Chapman en su momento a este medio.
En películas como Enredados y Frozen las voces femeninas tuvieron presencia en 52 y 59%, por lo que es de esperarse que con el retome de estas heroínas, con Moana, el porcentaje de diálogos de la joven polinesia sea mayor.
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