El pasado 23 de abril el gobernador de Jalisco, Pablo Lemus Navarro, fijó un plazo fatal de 45 días para que su administración logre devolver la paz a Teocaltiche, población que se encuentra asolada por la actividad del crimen organizado. Y a pocos días de que se venza el término impuesto por el mandatario, el secretario de Seguridad de Jalisco, Juan Pablo Hernández González, declaró que han avanzado en el cronograma que se tiene en torno a la pacificación del municipio.
Juan Pablo Hernández recalcó que “por parte del Gobierno del Estado se están llevando programas sociales dado que lamentable, el crimen organizado a lo largo de todo este tiempo, 10 años cuando menos”, influyó sobremanera en la base social; por lo que se está buscando revertir tal situación a través de programas sociales de apoyo perfilados hacia la cultura, el deporte y el fomento del turismo en la zona.
Agregó que a los policías del municipio, dentro de ese proceso de pacificación, se les dotará de más equipamiento; “tendremos también que incrementar el estado de fuerza, tienen cerca de 20 plazas vacantes; ya tienen la convocatoria abierta, inclusive algunos jóvenes se interesaron en llevar documentación para su proceso de selección y evaluación”.
“LA SEGURIDAD ABSOLUTA NO EXISTE”
El secretario de Seguridad de Jalisco reconoció que no dejará de existir la posibilidad de sucesos relacionados con la delincuencia “en cualquier parte del territorio del estado; la seguridad absoluta no existe, siempre habrá la posibilidad de algún riesgo pero ya se están minimizando a través de estas acciones coordinadas por parte del Gobierno del Estado desde diferentes ángulos".
Respecto al plazo de 45 días fijado por Pablo Lemus, el mando policiaco enfatizó que “sí los tenemos muy presentes, vamos muy bien en cuestión de los tiempos” e informó que los agentes de la Policía de Teocaltiche “fueron evaluados en control y confianza, tuvieron el entrenamiento en la academia, tuvieron una semana para una certificación de las funciones policiales, se hizo digamos, un filtro en estos procesos en los cuales algunos elementos no cubrieron con el perfil y algunos otros inclusive cuando vieron que iban a estar siendo sujetos a una, digamos, supervisión muy estricta tomaron la decisión de renunciar”.
Dijo que “fueron cerca de 15 elementos los que en total se dieron de baja o renunciaron o no cubrieron el perfil, quedando un total de 10 elementos”. Sin embargo, aclaró que el estado de fuerza para la seguridad pública del municipio se ha ido incrementado con la presencia y acción de la Guardia Nacional y la Policía de Jalisco.
MAFIA AZOTA EL MUNICIPIO
Teocaltiche se ha caracterizado desde hace tiempo por estar azotado por grupos de la delincuencia organizada, pero este 2025 la crisis de inseguridad se ha visto agudizada, luego de la desaparición de ocho policías municipales y un chofer privados de la libertad en febrero pasado cuando salieron rumbo a Guadalajara para someterse a exámenes de control y confianza. Cuatro de ellos aparecieron destazados y en bolsas de plástico poco después; de los otros cinco nada se sabe.
Desde ese mes, la Guardia Nacional y la Secretaría de Seguridad Jalisco se hicieron cargo de la vigilancia en el municipio, sin embargo los hechos delictivos escalaron al grado que el comisario municipal, Ramón Grande Moncada, quien no estaba en funciones, fue asesinado el 15 de abril.
El 28 de abril fue asesinado el secretario general del Ayuntamiento, José Luis Pereida Robles, quien además era el dirigente del PRI municipal.
Además, entre la medianoche del jueves 8 y los primeros minutos del viernes 9, un grupo armado irrumpió en el hospital comunitario de Teocaltiche y asesinó a la jefa de enfermeras, Cecilia Ruvalcaba Mercado, quien además era regidora y ex candidata a la presidencia municipal.
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Contando todos los casos anteriores, en este año suman nueve servidores públicos municipales asesinados y cinco desaparecidos.
Las autoridades han logrado importantes golpes contra la delincuencia organizada en el municipio, pero reconocen que aún falta por realizar.
Se sabe que la disputa entre células antagónicas del Cártel Jalisco Nueva Generación y el Cártel de Sinaloa provoca el estado de inseguridad exacerbada en la región.