Columnistas Jalisco

Columna: ‘Con-ciencia Política’

México, sumido en sus absurdos

¿QUÉ PERDIMOS? Perdimos posibilidades de justicia debida, democracia, seguridad jurídica en nuestro presente y la viabilidad cívica para el futuro.

“Somos seres inconstantes y estúpidos, con mala memoria y un don para la autodestrucción”.

Suzanne Collins

¿QUÉ PERDIMOS?

Le explicaré lo que perdimos con la farsa de la elección judicial.

1.- Rompimos la división de poderes, diseño fundacional de la República, para subordinarlos a la partidocracia rapaz dominada por Morena y sus dirigentes.

2.- Renunciamos al pudor político, retrocediendo más-menos 35 años, para reinstalar un modelo sin límites al poder ni posibilidad real de defendernos de sus excesos, que podrán trascender en pérdida de libertades, expropiaciones o caprichos y pérdida de garantías.

3.- Perdimos posibilidades de justicia debida, democracia, seguridad jurídica en nuestro presente y la viabilidad cívica para el futuro.

4.- Renunciamos a la esperanza de que el gobierno ayude a los pobres esforzándose por sacarlos de su marginación, entre más hambrientos, más ignorantes y fieles a Morena a cambio de dádivas comprometen mantenerse como clientelismo electoral.

LA FARSA

El gobierno mintió afirmando que la reforma judicial era demanda popular; si lo hubiera sido el pueblo habría acudido a votar.

La realidad desmiente que votó el 13% del padrón presumido por las autoridades y que el proceso fuera exitoso, ninguna inteligencia compartiría esa felonía.

Ese porcentaje es falso, porque incluye datos de las elecciones de regidores en Veracruz y Durango, pero más porque pretende desconocer la enorme montaña de votos nulos y la de acarreados por corporativismos serviles dotando de acordeones a sus manipulados.

La realidad inocultable es que la ciudadanía no acudió a votar, hubo más del 90% del padrón que no se prestó a la farsa

Sólo se puede entender como exitoso desde criterios de mezquindad como su magnitud destructiva y la incorporación de jueces improvisados que operarán al servicio de Morena.

La experiencia del 1 de junio fue de ignominia, Morena acarreando electores abusando de marginados cautivos de programas sociales del gobierno.

EL SALDO.

1.- Un país gobernado por una clase política impunemente corrupta que no ha tenido escrúpulo en degradar la función pública.

2.- Una oposición inútil, cuasi postrada.

3.- Los poderes judiciales federal y estatales desmantelados y sometidos a Morena.

4.- Los tribunales, colapsados, a partir del 31 de mayo, prácticamente quedaron decapitados; más de mil juzgadores de carrera en el país dejaron sus cargos.

5.- Grandes segmentos de la sociedad civil con depresión cívica y frustración frente a la arrogancia y obsesión de poder del obradorato.

REALIDAD. Un país gobernado por una clase política impunemente corrupta que no ha tenido escrúpulo en degradar la función pública.

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