
“Somos seres inconstantes y estúpidos, con mala memoria y un don para la autodestrucción”.
Suzanne Collins
¿QUÉ PERDIMOS?
Le explicaré lo que perdimos con la farsa de la elección judicial.
1.- Rompimos la división de poderes, diseño fundacional de la República, para subordinarlos a la partidocracia rapaz dominada por Morena y sus dirigentes.
2.- Renunciamos al pudor político, retrocediendo más-menos 35 años, para reinstalar un modelo sin límites al poder ni posibilidad real de defendernos de sus excesos, que podrán trascender en pérdida de libertades, expropiaciones o caprichos y pérdida de garantías.
3.- Perdimos posibilidades de justicia debida, democracia, seguridad jurídica en nuestro presente y la viabilidad cívica para el futuro.
4.- Renunciamos a la esperanza de que el gobierno ayude a los pobres esforzándose por sacarlos de su marginación, entre más hambrientos, más ignorantes y fieles a Morena a cambio de dádivas comprometen mantenerse como clientelismo electoral.
LA FARSA
El gobierno mintió afirmando que la reforma judicial era demanda popular; si lo hubiera sido el pueblo habría acudido a votar.
La realidad desmiente que votó el 13% del padrón presumido por las autoridades y que el proceso fuera exitoso, ninguna inteligencia compartiría esa felonía.
Ese porcentaje es falso, porque incluye datos de las elecciones de regidores en Veracruz y Durango, pero más porque pretende desconocer la enorme montaña de votos nulos y la de acarreados por corporativismos serviles dotando de acordeones a sus manipulados.
La realidad inocultable es que la ciudadanía no acudió a votar, hubo más del 90% del padrón que no se prestó a la farsa
Sólo se puede entender como exitoso desde criterios de mezquindad como su magnitud destructiva y la incorporación de jueces improvisados que operarán al servicio de Morena.
La experiencia del 1 de junio fue de ignominia, Morena acarreando electores abusando de marginados cautivos de programas sociales del gobierno.
EL SALDO.
1.- Un país gobernado por una clase política impunemente corrupta que no ha tenido escrúpulo en degradar la función pública.
2.- Una oposición inútil, cuasi postrada.
3.- Los poderes judiciales federal y estatales desmantelados y sometidos a Morena.
4.- Los tribunales, colapsados, a partir del 31 de mayo, prácticamente quedaron decapitados; más de mil juzgadores de carrera en el país dejaron sus cargos.
5.- Grandes segmentos de la sociedad civil con depresión cívica y frustración frente a la arrogancia y obsesión de poder del obradorato.
