Columnistas Jalisco

Columna: “Con-ciencia política”

¿Qué perdimos con la elección judicial?

UNA DURA REALIDAD. Una suprema Corte operada por advenedizos, balbuceando en las sesiones de pleno presidida por un mediocre, no es respetable.

“Cuando la injusticia se convierte en ley, la resistencia se convierte en deber”

Thomas Jefferson

LA PÉRDIDA

La pérdida más grave, es la de la confianza; ¿Usted se sometería a un juzgador improvisado?, ¿Resolvería sus conflictos en un sistema operado por corruptos o improvisados?

Una suprema Corte operada por advenedizos, balbuceando en las sesiones de pleno presidida por un mediocre, no es respetable y no lo será por quien tenga más de un dedo de frente, tampoco por morenistas que se sientan su dueño ni por quienes operen tribunales menores.

Tampoco por quienes ya aprendieron las ventajas de la ley del agandalle y que, siendo políticos de Morena, no les pasa nada.

UNA DURA LA REALIDAD

Desde hace tiempo es evidente la crisis de justicia institucional, desde la consolidación del morenato con Claudia, casi cero laudos o condenas contra el IMSS, el ISSSTE, la CFE, el SAT, el gobierno federal, el de la CDMX o de los estados, los abusos gubernamentales continuarán impunes como la enorme corrupción del obradorato.

Ante la inminencia de perder un conflicto judicial depredado por quienes negocian sentencias en lo obscurito, muchos eligen hacerse justicia por propia mano, de hecho, sucede por la desesperante corrupción de fiscalías ineptas y cuerpos de seguridad policial que operan al mejor postor y la tardanza de tribunales.

Los homicidios a gran escala, en mucho, obedecen a la desesperación por esos vicios, ¡Hoy organizaciones criminales ofrecen cobranzas o ejecutar condenas sustituyendo al sistema legal!

Grandes segmentos de la sociedad no acuden a policías, ministerios públicos ni juzgados; confían más en golpeadores que funcionan con apoyo en la ley del más fuerte.

Para confirmarlo, le recuerdo miles casos de invasores de predios, cobradores de cuentas, traficantes impunes que gobiernan, grupos de choque, la descomposición es rampante y creciente.

Sin un sistema de justicia confiable, la sociedad, continuará resolviendo sus problemas como pueda y eso explica también la reacción adversa con la proliferación de grupos de autodefensa, que presumen que en sus zonas no hay delincuentes porque al que agarran lo linchan.

HASTA TOCAR FONDO

México perdió la oportunidad de corregir los vicios del sistema, con la politización del sistema, no existe alguna posibilidad de mejorar, al contrario, no exagero si sostengo que la reforma se diseñó para agudizar esos vicios al servicio de Morena.

Una sociedad que aprende que no existen sistemas de justicia confiables busca opciones bajo la idea de que es su deber proteger a los suyos, su dignidad y su patrimonio e inminentemente muchos apostarán por la violencia personal o pagada, la realidad acredita esta afirmación.

Si México optó por corromper el sistema de impartición de justicia para agudizar su ineptitud sin corregir fiscalías o instituciones policiales, tendrá que pagar las consecuencias de sus malas decisiones con el sufrimiento de la violencia por propia mano y tocar fondo hasta que la realidad nos obligue a reaccionar y corregir.

SIN JUSTICIA CONFIABLE, SE HACE POR PROPIA MANO. Una suprema Corte operada por advenedizos, balbuceando en las sesiones de pleno presidida por un mediocre, no es respetable.

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