Cronomicón

El Espejo: Archivo Histórico de Jalisco, resguardo de la memoria documental

El Archivo Histórico de Jalisco (AHJ) fue creado para contener y organizar la documentación de carácter histórico generada por el gobierno estatal.

En su génesis, como Archivo General de Gobierno, las autoridades de Jalisco decretaron, en los albores del siglo XIX, la creación de un archivo o, con mayor precisión, la designación de un archivero encargado de recopilar todos los documentos gubernamentales.

Lamentablemente, parte de este archivo se perdió principalmente en dos ocasiones: El 1º de enero de 1859, en una explosión en Palacio de Gobierno; y durante la guerra contra Francia cuando, por motivos militares, el acervo fue llevado en campaña, con tan mala fortuna que varios de sus documentos quedaron, por los constantes traslados, extraviados o dispersos.

En 1867, el gobernador Alfonso Lancaster Jones emitió un decreto que ordenaba la recuperación del acervo del antiguo Archivo del Gobierno de Jalisco. El decreto fue expedido en la ciudad de Guadalajara el 31 de mayo de 1867, y los trabajos de rescate y reorganización se iniciaron en 1873 y concluyeron en 1886, bajo la dirección del historiador Manuel Cambre.

Sin embargo, la decadencia del Archivo se repitió nuevamente cuando la mayoría de los investigadores que lo tenía bajo su cuidado lo abandonaron para dedicarse a la docencia en la Universidad. Poco a poco, los documentos del Archivo fueron relegados a Palacio y en 1928, parte de su acervo fue vendido a particulares e incluso a cartonerías.

Con el tiempo y gracias a los esfuerzos de los gobiernos de la década del 70, una buena parte de los documentos del Archivo fueron recuperados y domiciliados en la Biblioteca Pública del Estado; por su parte, el Archivo de la Audiencia, el del Tribunal Superior de Justicia y el ramo de Instrucción Pública pasaron a la bodega de Tesorería General del Estado. Todos ellos constituyen hoy en día el fondo principal del Archivo Histórico de Jalisco.

En 1973, el Gobierno del Estado le encargó a la maestra Helen Ladrón de Guevara la tarea de organizar e instalar el Archivo Histórico de Jalisco. En el mes de diciembre de ese mismo año se inician los primeros trabajos de organización, clasificación y catalogación del archivo muerto, ubicado en un extenso bodegón en la calle de Manzano.

En marzo de 1975, se empieza el traslado de los documentos a la planta baja del edificio “A” de la nueva Unidad Administrativa Estatal, completándose éste en noviembre del mismo año. Será al año siguiente, en el mes de enero de 1976 y en estas instalaciones, donde el Archivo Histórico de Jalisco comienza a brindar servicio a los investigadores e historiadores interesados. Para 1992, el Archivo Histórico se traslada a su actual ubicación, en Avenida Prolongación Alcalde 1824, y hasta la fecha sigue dando servicio a todo aquel que lo solicite.

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