Junto a Monk y Parker, en sus sesiones nocturnas de jam en el Milton’s Playhouse, dejaron asentados los principios del be bop, aunque no hay grabaciones de esas sesiones, sino hasta 1946, en las primeras grabaciones de Miles Davis con Charlie Parker, en donde dejaron constancia de algunas de las piezas creadas en esta época.
Juntos, grabaron piezas como “Salt Peanuts”, “Shaw Nuff”, “Groovin’ High”, “Hot House” y una de sus más famosas creaciones: “A Night In Tunisia”.
Dizzy no sólo fue un gran trompetista, sino que fue un magnífico arreglista y compositor, pero el talento que lo puso al frente de todas las estrellas del jazz de las que les hemos platicado, era su grandísimo carisma para comunicarse con la gente y hacer clic instantáneamente con quienes estaban sentados disfrutando su música; su humor, su capacidad de dirección musical y además, su extraño instrumento, esa trompeta con el tubo de salida doblado hacia arriba a 45 grados, eran su firma. Tomó la idea de un accidente que le pasó en la realidad en donde unas bailarinas pisaron su instrumento y al final lo encontró doblado, pero lo probó y la diferencia en el timbre le encantó, por lo que arregló el instrumento, pero en cuanto su fama creció solicitó a las marcas que le fabricaran estas trompetas con este doblez.
Tras la creación del be bop, Dizzy se alejó de Charlie Parker y decidió seguir un camino que lo llevara a convertirse en líder de su propia banda, y lo logró por algunos años, pero en el camino descubrió los ritmos afroantillanos que se apoderaron de su alma. Por los logros de su propia banda fue apodado: “El Embajador del Jazz”.
Antes de la muerte de Parker, en 1955, Diz tuvo oportunidad de compartir escenario con su viejo amigo algunas veces más, en los conciertos: Jazz at the Philarmonic, en dónde también tuvo “batallas” mano a mano con su antiguo ídolo: Roy Eldridge.
Ya cerca de los 70, junto con el percusionista Chano Pozo, comenzó su exploración por los ritmos africanos y latinos, especialmente los cubanos, y fue así como crearon un nuevo estilo, el Jazz Afro-Cubano.
Diz nunca abandonó sus raíces del be bop y en sus creaciones con ritmos latinos siempre inyectó los sonidos del jazz modernos, por ejemplo en una de sus piezas más conocidas: “Manteca”.
En Cuba, Dizzy descubrió a otro genio en potencia: Arturo Sandoval, quien se convertiría en su discípulo y colega.
En 1964, Gillespie se lanzó como candidato independiente para Presidente de los Estados Unidos, y entre sus ofrecimientos estaba la creación de un gabinete únicamente de estrellas: Duke Ellington como Secretario de Gobierno, Miles Davis como Director de la CIA, Charles Mingus como Secretario de la Defensa, Ray Charles en la Biblioteca del Congreso, Louis Armstrong como Secretario de Agricultura y Thelonious Monk como Procurador, entre otros genios. Al final desistió.
Su fama creció y por un tiempo dirigió la United Nations Orchestra; con el tiempo, y por puro gusto, integró a su show escenas cómicas en donde él y sus músicos actuaban.
Se convirtió en mentor de muchísimos músicos que se acercaban a él para aprender sus técnicas; participó en cameos de varias películas y publicó sus memorias con el genial nombre: “To be or not to bop”.
Con loas años y a consecuencia de un accidente, su fuerza en la trompeta comenzó a declinar, pero continuó dirigiendo bandas con sus pupilos principales: Paquito D’Rivera, John Faddis y Arturo Sandoval.
Su trompeta curva, su eterna sonrisa y sus mofletes sobrenaturales quedan para la eternidad.
@jorgehhm
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