Cronomicón

Múltiple homenaje

Hace 20 años aun sin tener el nombre de “El instante amarillo”; Bernardo Fernández, conocido como Bef, ya tenía algunas lineas, sino es que varios párrafos estructurados de una historia de horror dentro de un colegio de monjas que, generaciones más tarde tomaría otro rumbo para hablar sobre María, una adolescente que comienza a descubrir y a enfrentar la vida.

La idea original tomó un rumbo distinto porque en 1997 no había condiciones ni editoriales que publicaran novelas gráficas, o como dijo Bef, él tampoco contaba con los recursos para impulsar su idea en mente.

Fue en el 2015 cuando el escritor mexicano becado por el FONCA en el área de narrativa gráfica (historieta y caricatura), comenzó a dar seguimiento a su novela, pero con un rumbo distinto al concepto inicial; además de que la editorial OCEANO, quien ha publicado sus novelas escritas del género policiaco, mostró interés en la novela gráfica que Bef tenía en mano.

“Yo siento que ya tenía un arsenal de recursos narrativos y gráficos que no tenía en aquel momento; para entonces la historia ya se había transformado profundamente, ya no me interesaba hacer una historia de horror…el tono del asunto religioso se volvió intrascendente para lo que yo quería contar, y me pude concentrar en algo más interesante: una niña en ese momento crucial de la adolescencia, de la juventud por el que pasamos todos, en donde se tiene la revelación y la certeza de que no sabes qué quieres pero comienzas a intuir lo que quieres”.

La detonante e insistencia de que esta historia se convirtiera en una novela gráfica se debe a que el también diseñador gráfico cuando llevó a sus hijas, María de 8 y a Sofía de 1 año de edad a una tienda de cómics, se da cuenta que hay una escasez de este género.

“A un lado del interés de contar esta historia, yo quiero dejarle a mis hijas y al público de esta edad, un cómic” pensado en sus intereses.

Pero entre la vida personal, el proyecto y la historia, hay una relación muy grande; en primera, porque María, personaje de “El instante amarillo” no se refiere a su hija, “solo me robé su carita y el nombre”, pero de alguna manera se encuentra presente; en segunda, se llama María en honor a Mary Shelly, la autora de Frankenstein; “para mi cerraba un circulo bonito hacer un múltiple homenaje: a la escritora y finalmente a mi hija; y no solo a ellas, cada personaje está basado en una persona real que conozco”.

SOBRE EL PROCESO

Entre una novela escrita y una gráfica hay un proceso creativo totalmente distinto; en la segunda implica una planeación visual en forma de esquema de la novela; por lo que al ser “mi cuarta o quinta novela gráfica”, Fernández reveló que tiene desde hace un par de años con el reto de escribir y dibujar en paralelo y en el mismo orden de como el lector lee las páginas.

“Tomo un cuaderno de dibujo y lo hago en el mismo orden en el que aparecen en el libro. Es un reto creativo, por lo que tengo mucho cuidado”;  porque el texto sí puede tener mucha edición, sin embargo en el dibujo resulta ser más complejo.

Bef compartió que él trabaja trazando con lápiz el capítulo completo, una vez que está lista la secuencia visual, añade los diálogos y cuando está hecho aplica el color.

“Es un proceso de redacción largo. Cada componente visual opera con un elemento narrativo; la paleta de colores que utilizo, el tipo de trazo, el tipo de pincel, tiene una intención narrativa digital; por lo que entre un capítulo y otro, cambia el estilo visual según lo que estoy contando”.

EL DATO

Bef tendrá presencia en La Feria Internacional del Libro en Guadalajara 2017, el martes 28 de noviembre a las 19:30 horas en el Salón Agustín Yáñez.

Encuéntralo en la editorial OCEANO a $260 pesos

SOBRE EL INSTANTE AMARILLO

A María no le queda claro cuál es su lugar en el mundo. Ella es una chica de 13 años que la pasa bastante mal en la escuela y en su casa, donde los conflictos entre sus padres le afectan de manera directa.

Es una gran dibujante y el álgebra no se le da para nada, por lo que sus papas deciden hacer algo al respecto. Tampoco encaja entre las chicas populares y fiesteras de la escuela, las cuales le hacen bullying. También está Alfredo, pero el sólo la ve como una niñita. Así que un día conoce a otra María, “la mamá del monstruo”. Una María que cambió para siempre las historias de terror que leemos. Identificada con su tocaya, María se reconciliará con su propio monstruo para forjarse un futuro memorable.

lg

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