A los escritores y dibujantes de historietas japonesas o mangas, también conocidos como mangakas, les gusta plagiar referencias esotéricas y religiosas de culturas ajenas a las propias. Este el caso de Hiromu Arakawa, el escritor e ilustrador del premiado y popular título Full Metal Alchemist (más de treinta millones de mangas vendidos).
Este manga está centrado en una de las llamadas, por René Guenón, como ciencias tradicionales: la alquimia. Esta ciencia antigua pertenece a la categoría de arte regio, dado que le da un uso práctico a los principios universales o metafísicos, no obstante, la alquimia prende algo más que permutar el plomo en oro; esta operación es en sí una metáfora, una simulación, que oculta un fin más elevado. Como bien lo explica Louis Pauwels, en El Retorno de los Brujos, la meta real de los alquimistas era la apoteosis humana, entendida como inmortalidad y libertad; es decir, querían recuperar, mediante la trasmutación de los elementos, la condición humana preadánica o primigenia de la que gozó la raza de oro antes de la caída o expulsión del paraíso. En aquellos tiempos saturnales, los seres humanos, cuentan los mitos, igualaban o incluso superaban en belleza y dignidad a los ángeles o dioses.
La piedra filosofal que con esmero, sabiduría y mucha, mucha paciencia desean obtener los magos metalúrgicos sería la ontofanía, o el instrumento taumatúrgico, para realizar esta trascendente operación. Todas estas ideas están presentes en el manga de Arakawa; claro, en un tomo muy del género shonen (manga de protagonistas masculinos dirigido a un público joven).
Los protagonistas son los hermanos Elric, Edward y Alphonse, hijos de un herético alquimista Hohenheim, quien junto con Dante (su antigua amante y colega en las artes alquímicas) logra crear una piedra filosofal que les otorga una limitada inmortalidad facultándoles el don de migrar sus almas a cuerpos nuevos (esta operación deteriora el alma gradualmente). La pareja rompe. Dante sigue los dictados de su naturaleza oscura y egoísta, desprecia a la humanidad y desea dominarla para lo cual crea homúnculos (humanos artificiales) metaformos que se autoregeneran.
Por su parte a Hohenheim los años le pesan y sólo quiere dedicarse a su arte, igual que Fulcanelli (el mítico alquimista inmortal autor del libro “El misterio de las catedrales”) ha vivido ya 400 años; la factura de su longevidad ha sido el deteriorado corporal y psíquico de su humanidad, no queriendo horrorizar en un futuro a su esposa Trisha, y a sus hijos los deja antes de que atestigüen el precio de su inmortalidad, pues igual que el personaje de la película Cronos, de Guillermo del Toro, su cuerpo empezaba a pudrirse.
Como en los dramas psicoanalíticos de Dostoievski, la ausencia del padre desencadena la tragedia. Tras la muerte de su madre, Edward intenta revivirla alquímicamente con la ayuda de su hermano Alphonse; la prohibida operación trasgrede una de las principales leyes de esta ciencia: “para obtener algo es necesario sacrificar otra cosa de igual valor”. El experimento vudú-medieval no les pudo salir peor a los hermanos: Edward pierde una pierna y un brazo, y el alma de Alphonse queda confinada en una ominosa armadura. Edward culpa a su padre de todas sus desgracias, pero sigue sus pasos; con odio y esperanza va en búsqueda de la piedra filosofal con la intención de darle un cuerpo a su hermano y de recuperar del suyo las partes que perdió.
Así comienza esta aventura en la que el genio-pop nipón hace de las suyas reconstruyendo y reinventando nociones, ideas y símbolos de la Alquimia, logrando una transmutación muy profana. Una ciencia arcana y para muy pocos iniciados termina convertida, por la piedra filosofal de la cultura pop, en un producto de lo que llamo el Esoterismo de Masas (ocultismo y magia de comics, películas, anime…). Editorial Panini México, desde el 2014 viene publicando, de forma serial, uno por uno, los 27 volúmenes de Full Metal.
FRASE:
“Como bien lo explica Louis Pauwels, en El Retorno de los Brujos, la meta real de los alquimistas era la apoteosis humana, entendida como inmortalidad y libertad”
Copyright © 2024 La Crónica de Hoy .