La joven autora mexicana Nora Muñiz explora la maternidad desde el horror corporal en su primera novela A flor de piel, publicada por Dharma Books, editorial que apuesta por las plumas jóvenes y en darle voz a obras como esta, donde se narra una historia íntima y cruda sobre las heridas físicas y emocionales que pueden marcar el vínculo entre madre e hija.
Gracias al club de lectura Cooltura Activa, varias lectoras entablaron una conversación con la autora tras leer su obra, donde La niña y La madre protagonizan un duelo silencioso, marcado por un amor incomprendido y por la incapacidad de comunicarse emocionalmente.
En la novela, La niña sufre una dermatitis severa que la lleva a rascarse hasta sangrar. La madre, refugiada en el alcohol y sin herramientas para lidiar con el sufrimiento de su hija, opta por evitar el contacto físico, creyendo que así la protege. Sin embargo, esa distancia se convierte en la herida más profunda.
Aunque la historia es ficción, Nora confesó que contiene mucho de realidad:
“Me costó trabajo que mi madre entendiera que era una novela y no algo autobiográfico, pero curiosamente, nuestra relación mejoró mucho después de que se publicó”.
Durante el encuentro, las asistentes preguntaron por el proceso de escritura, edición y publicación, especialmente por tratarse de su primera obra.
“Yo sentía que ya controlaba las voces y que tenía una oralidad padrísima”, relató entre risas. “Pero una amiga editora que fue mi lectora beta me bajó de esa nube. Cuando terminé la novela, la mandé a concursos, pero no quedaba en ninguno... estaba muy mal escrita al principio”.
Para Nora, la maternidad es un tema que le genera una profunda inquietud, especialmente por los silencios que la atraviesan:
“Puede ser un amor muy violento el no hablar nunca el mismo idioma. No entenderse entre madre e hija es una forma de dolor muy particular”.
La conversación también giró en torno a la fuerza sensorial de la novela, ya que muchas lectoras comentaron lo incómodo —pero poderoso— que resultaba leer sobre las laceraciones en la piel de La niña.
Respecto al desenlace, Nora confesó que no siempre fue tan brutal:
“El final es terrible. El original no era tan terrorífico, pero una amiga escritora que lo leyó me sugirió cambiarlo... y que fuera mucho peor”.
Con A flor de piel, Nora Muñiz se posiciona como una voz fresca y valiente en la literatura mexicana contemporánea, abordando temas incómodos con una honestidad que duele, pero que también invita a la reflexión profunda sobre el amor materno.