Guadalajara

Jardines del Bosque; visión y huella de Luis Barragán

La urbanización de Jardines del Bosque e Iglesia del Calvario, son obras que datan de 1955. El plan maestro de esta colonia es el primero en Guadalajara que no sigue el sistema tradicional de una cuadrícula perpendicular o sistema de calles en diagonal en ‘estrella’.Sin duda la combinación de arte y arquitectura está presente en cada uno de los proyectos de Barragán y acompañado del escultor Mathias Goeritz, en 1957 se coloca, justo a la entrada de la colonia, uno de los elementos más representativos del artista: “El Pájaro Amarillo” también conocido como el monumento “El Pájaro de Fuego”, que se encuentra en la calle Los Arcos 601 esq. av. Inglaterra.Jardines del Bosque, tiene a su alrededor parques y espacios verdes como el Parque de la Ciudades Hermanas, el Parque de las Estrellas y el Paseo de las Arboledas. Otro de los espacios obligados para visitar y admirar en cuanto a su arquitectura y belleza, es la Capilla del Calvario construida a partir de dibujos de Luis Barragán.Luis Ramiro Barragán Morfín nace el 9 de marzo de 1902 en Guadalajara, siendo uno de los siete hijos de Juan José Barragán Estrada y de María de los Ángeles Morfín. Pertenece a una familia acomodada, conservadora y católica que vive en el barrio de Santa Mónica de Guadalajara.Durante su niñez y adolescencia pasa sus vacaciones y algunas temporadas en una hacienda familiar en el campo, de las que nace su amor por la naturaleza. Estudia ingeniería civil y arquitectura en la Escuela Libre de Ingenieros de Guadalajara, graduándose en 1923.Durante su vida mantiene relaciones con el círculo intelectual de su época, con escultores y pintores, con poetas. Es un hombre de gran inteligencia y sensibilidad exquisita, espiritual y religioso, al que apasiona la belleza y la naturaleza.En la entrada sur de la colonia, se colocó en la época reciente, la escultura monumental denominada “Los Arcos del milenio”, obra del artista mexicano Enrique Carbajal González conocido como "Sebastián".Esta obra tiene una altura de 52 metros y consta de cuatro monumentales arcos amarillos de metal, cada uno más grande que el anterior, ubicada en la confluencia de las avenidas Lázaro Cárdenas y Mariano Otero. Su peso es de más de mil 500 toneladas de acero, con 17 mil metros cuadrados de superficie.El proyecto escultórico fue aprobado por el Ayuntamiento de Guadalajara en julio de 1999 con la intención de instalar esta escultura fue la de mejorar la imagen de uno de los nodos de mayor circulación de la ciudad y hacer alusión al comienzo del nuevo milenio. La polémica obra, aún no ha sido concluida pues por diversos problemas, principalmente la falta de financiamiento, aún le hace falta el último de los arcos.

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