Reflexionar es una inversión de tiempo, y no hay nada más valioso que el tiempo. Distraídos, como estamos, en una sociedad que genera más información que capacidad de asimilar conocimiento, la marea social nos mueve como veletas pasando de un trending topic a otro, asumiendo que eso es lo importante.
Hacer pausa en el camino, observar lo hecho y vislumbrar las posibilidades en los tres tiempos subjetivos de nuestra realidad humana: pasado, presente y futuro, nos obliga a cernir con claridad, precisión y madurez, las motivaciones, causas y destinos que nos trazamos día a día, con cada nueva decisión y acción. En la vorágine de lo inmediato es fácil, para los navegantes de ocasión, perder de vista el destino que se ha trazado con anticipación.
Por eso es importante detenernos en el tiempo, hacer el recuento de lo hecho, valorar aciertos y ajustar lo necesario para no perder de vista el rumbo. Si esto parece ser una un ejercicio valioso y muy necesario en lo personal, imaginemos el alcance e impacto que tiene en lo político, económico y social, cuando de lo que hablamos es de millones de vidas e historias que viven y conviven en una sociedad tan dinámica, evolutiva y cambiante como la de nuestra zona metropolitana, nuestro estado y país.
En este tiempo de calibrar las acciones de gobierno, la reflexión de nuestro gobernador Enrique Alfaro es poderosa, cuando, partir del ejercicio de contrastar el camino andado contra lo que veíamos hace más de dos décadas, cuando un pequeño grupo de soñadores idealistas, convencidos por la fuerza de su voz y pensamiento político, nos dimos a la tarea de construir una nueva alternativa política, ilusoria en su tiempo, pero que, para empezar, fue capaz de romper el bipartidismo en nuestro estado.
Estamos ciertos de que el inicio no fue el éxito electoral, que llegaría hasta el 2009, sino que se luchó en la adversidad, incluso perdiendo elecciones, pero ganando conciencias. Lograr esta comunión de ideas y objetivos, transformar a ras de suelo la realidad que vivíamos para mejorarla, es el principio de toda acción, posición y causa política.
La vigencia de esta acción depende de entender, con toda claridad, que lo que está detrás de este proyecto es hacer buenos gobiernos, capaces de transformar, en los hechos, la vida de las personas, desde todos los niveles de gobierno, desde la parte más cercana a la ciudadanía, el municipio donde vivimos, que en mi caso es Zapopan, con políticas públicas de alcance y visión estatal, con acciones, inversiones y obras que lucen poco ante los reflectores por ser poco llamativas, pero que son fundamentales para la vida cotidiana: protocolos de gestión, movilidad, inversión hídrica, infraestructura hospitalaria, conectividad en todo el estado, etcétera.
Tenemos claro que todos aportamos, desde nuestras respectivas responsabilidades, a la construcción de este proyecto. También entendemos que no ha sido trabajo de unos cuantos. En esta visión han confluido mujeres y hombres libres de todos los rincones del estado y de nuestra sociedad. Hemos innovado en las formas de interactuar positivamente mediante prácticas de gobernanza en participación activa con la sociedad civil organizada, de los sectores productivos y diversos sectores sociales, que se han sumado a participar expresando sus necesidades, puntos de vista y aportaciones con base a las experiencias del sector que representan.
Si en esencia, un proyecto político se trata de mejorar las condiciones de vida de las personas, entonces tenemos la obligación y el compromiso de hacer cada vez más equitativo el acceso a servicios públicos, comunicación y habitabilidad en nuestros municipios: tenemos que seguir haciendo buenos gobiernos, entendiendo, primero que nada, que estos son Derechos Humanos: síntesis de toda actividad del ser humano. La justicia social empieza por la solución de las necesidades más básicas y hay que involucrarse, desde la raíz del problema hasta su solución, a ras de tierra.
Por eso, más allá de las coyunturas cíclicas, quienes tenemos una visión y una misión clara, macerada con el paso de las décadas, seguiremos superando el reto de aportar nuestra voluntad, compromiso y capacidad para seguir gobernando, y gobernando bien, por Zapopan, por Jalisco y por México; porque eso es lo verdaderamente importante.
Continuará…