Guadalajara

Las delegaciones de Tateposco, Toluquilla, Santa Anita y San Martín de las Flores se llenaron de vida para honrar a quienes ya partieron

Delegaciones de Tlaquepaque celebran Festival de Muertos

La alcaldesa de Tlaquepaque, Laura Imelda Pérez Segura, coloca flores en un altar

Tlaquepaque se vistió de fiesta para conmemorar una de las tradiciones más entrañables de México: el Día de Muertos. Con el XV Festival de Muertos, las delegaciones de Tateposco, Toluquilla, Santa Anita y San Martín de las Flores se llenaron de color, música y aromas que recordaron a propios y extraños que, en esta tierra, la muerte no se llora, se celebra.

Calles, plazas y andadores se transformaron en escenarios de arte popular. Catrinas elegantes y catrines de porte antiguo desfilaron entre papel picado, altares, velas y pan de muerto, mientras el sonido del mariachi y los grupos folclóricos acompañaban el ambiente festivo que une a vivos y ausentes bajo un mismo cielo.

La presidenta municipal, Laura Imelda Pérez Segura, destacó la participación comunitaria que da vida a esta celebración.

“En Tateposco, su gente participa de manera activa en este gran Festival del Día de Muertos 2025, con una amplia variedad de actividades artísticas y culturales. Es una tradición que se siente y se vive, en la que todas y todos formamos parte”, señaló la alcaldesa.

Asimismo, subrayó que Tlaquepaque encarna el espíritu de la mexicanidad y la fuerza de sus tradiciones.

“Porque representa el orgullo de nuestras tradiciones, San Pedro Tlaquepaque es alma de la mexicanidad, y se nota en cada rincón de nuestro municipio. Por eso nos caracterizamos: porque esto, en realidad, es una gran fiesta y una gran celebración que construimos entre todas y todos”, expresó Pérez Segura.

En Toluquilla, niñas y niños con los rostros pintados de calavera corretearon entre los altares y la catrina monumental de diez metros que se convirtió en el principal atractivo del lugar.

En San Martín de las Flores, cientos de asistentes acompañaron el tradicional “Paseo de las Ánimas”, un recorrido simbólico que representa el camino de las almas que regresan al mundo de los vivos.

Mientras tanto, en Santa Anita, la celebración tomó forma de verbena popular, con presentaciones artísticas, venta de antojitos y actividades familiares que mantuvieron viva la esencia del Día de Muertos.

Con cada flor de cempasúchil, cada vela encendida y cada ofrenda montada con amor, Tlaquepaque reafirmó su lugar como la “Ciudad de la Esperanza”, un municipio donde las tradiciones no se pierden, sino que se reinventan para celebrar la vida.

Lo más relevante en México