Con el uso de una técnica propia de tomografía de resistividad eléctrica tridimensional (TRE-3D) para estudiar el subsuelo de grandes monumentos, científicos del Instituto de Geofísica (IGf) y de la Facultad de Ingeniería (FI) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), elaboran una imagen tridimensional del subsuelo de la Pirámide de la Luna, en Teotihuacán, para analizar la posible existencia de un túnel.
De acuerdo con René Chávez, del IGf, y Andrés Tejero, de la FI, se trata del “hallazgo de lo que podría ser un túnel bajo la Plaza de la Luna, que se dirige hacia la parte baja de la estructura piramidal”.
ETAPAS DEL ESTUDIO
Para comenzar con dicho proceso, “primero estudiamos la Plaza de la Luna con una metodología 3D, colocando perfiles interconectados que nos permitieron definir la existencia de estos túneles y saber las características que tenían. La segunda parte fue un desafío para nosotros, pues tuvimos que rodear la Pirámide de la Luna para caracterizar el subsuelo y saber si bajo la estructura había algún tipo de cuerpo de interés para los arqueólogos”, explicó Chávez.
Desde 2015, los expertos colaboran con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en estudios similares en Chichén Itzá, donde descubrieron una segunda estructura al interior de la Pirámide de Kukulkán, además de un cenote que se encuentra por debajo de ésta.
Sin embargo, el reto al que se enfrentaron en Teotihuacán, consistió en realizar mediciones en un área superior a la de Kukulkán, en donde se utilizaron 76 electrodos para un área de 75 metros por lado. Por ello, Alejandro García, de la FI, así como Gerardo Cifuentes, Juan Esteban Hernández y estudiantes de posgrado del IGf y de la licenciatura de Ingeniería Geofísica de la Facultad de Ingeniería, tuvieron que hacer adaptaciones en el arreglo de electrodos para cubrir un área de casi 150 metros por cada lado.
INAH
El posible túnel que fue dado a conocer hace unos días por el propio INAH, pudo ser inferido en una de las primeras interpretaciones de una secuencia de datos adquiridos en la plaza. Actualmente, los universitarios realizan el análisis de datos obtenidos bajo la Pirámide de la Luna. “Se alcanza a ver una estructura con dirección Norte-Sur, y que parece dirigirse hacia la pirámide, con una profundidad aproximada de ocho metros”, detalló René Chávez.
El especialista expuso que tan solo debajo de la Pirámide de la Luna deben analizar cerca de 10 mil puntos de observación y, posteriormente, correlacionar los datos obtenidos en ambos sitios (la plaza y la pirámide). Por lo tanto, estimó que en un par de meses tendrán una idea más clara y el estudio que podría corroborar si la estructura se dirige hacia abajo de la pirámide.
De resultar positivo, el INAH será el encargado de efectuar las excavaciones correspondientes para confirmar los resultados obtenidos con los estudios de TRE-3D.
Finalmente, los investigadores esperan que este tipo de tecnología abra más puertas a estudios en las pirámides del país para ampliar el conocimiento de nuestra historia.
lg
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