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Hacer ciencia, un acto tan creativo como escribir poesía

La forma de impartir clases en la década de los 50’ es por lo mucho, muy diferente a las de pleno siglo XXI, destacó el biólogo y ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, José Sarukhán Kermez, quien dijo que el enfoque dominante en la UNAM era como del siglo XIX en esos años de 1958 a 1961.

Aunque había  maestros muy buenos, como quienes daban clases de taxonomía, “pero su visión del campo de la biología era angostita. Por eso digo que la carrera de Biología ahora es mucho mejor de la que había tomado en ese tiempo. Sin embargo tuve una buena formación básica y la suerte de que en el cuarto año, el último de la carrera, me encontré con Arturo Gómez Pompa, un gran biólogo. Él había entrado a trabajar  en la industria farmacéutica para estudiar plantas medicinales; además, casi un año antes, se creó la Comisión de Dioscoreas - Dioscorea es el nombre genérico del barbasco, la planta de donde se sintetizaron las primeras hormonas que antes se extraían de productos animales como la testosterona, la cortisona, la progesterona-. Esta planta dio origen a la creación de la píldora anticonceptiva ¡nada más! y con laboratorios mexicanos”.Entonces, José Sarukhán cuenta que se formó una Comisión  de Dioscoreas para estudiar la ecología del barbasco y lo invitaron a que hiciera ahí su tesis de licenciatura.

¿Cómo trabajó en esa tesis?

-Tuve la oportunidad  de hacerla con una beca. Me daban 30 pesos al mes, no estaba mal, además me pagaban todos los gastos para ir al campo, donde hacía el trabajo, ¡eso fue la lotería absoluta! Hice ahí la tesis, una cosa extraordinaria y tuve la suerte de que Arturo Gómez Pompa fuera mi guía. Empecé a trabajar en Tuxtepec, Oaxaca, cuando aún había selvas. La zona producía barbasco y la idea era conocer la planta. Fue la puerta que abrió mi recorrido a la ecología, así de fácil.

La tesis tuvo el nombre de “Estudio Sucesional de un Área Talada en Tuxtepec, Oaxaca”, y recibió mención honorífica. Describe el proceso de cómo se recuperan la selvas una vez que son abandonados los campos de cultivo.

¿El inicio de una nueva etapa?

-Durante la investigación para la tesis encontré otro personaje para mí muy importante: el ingeniero  Efraím Hernández Xolocotzi. Él inició una maestría en Botánica Agrícola y debí llamarle la atención o lo que sea y me dijo: “Te vienes de alumno al Colegio de Postgraduados”. Entonces dejé la Comisión de Dioscoreas e inicié la maestría. Otro periodo muy rico.

Acabé la maestría en la Rama de Botánica, hoy Programa de Botánica del Instituto de Recursos Naturales del Colegio de Postgraduados. En ese tiempo hubo un cambio en la Comisión de Dioscoreas y me pidieron que me hiciera cargo de su dirección. Dirijo la comisión durante unos tres años y me topo con un colega inglés: Terence D. Pennington, quien había ido a Chapingo, al departamento de Bosques.

De este encuentro, José Sarukhán de 77 años, recuerda que fue el inicio de otra etapa. En una reunión Pennington le dijo que estaba muy decepcionado y regresaría a su país, porque no había con quién trabajar, a lo que le respondió: “Qué quieres hacer” y Pennington le comentó: “Quería hacer un manual de árboles tropicales y otros estudios de este tipo”.

José Sarukhán le cuenta que conocía mucho esos árboles y zonas, porque trabajaba en el trópico de México y le propone al inglés trabajar juntos y lograr el  primer libro de Sarukhán: Árboles tropicales de México, que aún es el único manual de este tipo plantas en el país.

SU PASO POR GALES Y EL CAMBIO CULTURAL

-Cuando acabamos el libro no lo vi impreso. Me fui al País de Gales a realizar el doctorado. Terence D. Pennington se regresó a Gran Bretaña y me llevó la edición. En la Universidad de Gales, con la dirección del doctor John L. Harper, obtuve el grado de doctor en Filosofía en Ecología en enero de 1972.  Después regresé a México e hicimos una segunda edición del libro, luego una tercera con mejores mapas.

¿Un tiempo de cambio cultural, The Beatles, Rolling Stones…?

Gales no era el lugar más cosmopolita, no estábamos en Londres, aunque había la influencia de esto. Al final del doctorado me ofrecieron una plaza de profesor en la Universidad de Gales, pero estaba convencido  de regresar a México. Antes de regresar, hice mi examen doctoral en Oxford y después de esto tuve la mala fortuna de comentar la decisión a mi esposa e hijos. ¡Casi hubo una revolución! ¿Qué por qué nos regresamos a México?  El retorno fue un poco peculiar.

Al llegar a la Ciudad de México tenía dos ofrecimientos: uno del Colegio de Postgraduados (y la otra opción) la UNAM, que no tenía las carretadas de dinero, pero la elegí, porque su ambiente académico era más cercano a lo que quería, por haber estudiado ahí y además me dio una beca. Sentí una responsabilidad de corresponder a eso. No sé qué hubiera pasado si me hubiera ido al Colegio, finalizó el biólogo mexicano quien acaba de cumplir el pasado 15 de julio la edad de 77 años.

FRASE

“Muchos piensan que las cosas bien hechas no se pueden hacer en el país. ¡Claro que se hacen bien y con gran calidad!”,José Sarukhán Kermez, Ex rector de la UNAM

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