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Llevan al “Cubano” de cárcel para enfermos mentales a penal de Durango; “su retraso mental se curó”, argumentan

Crónica ha seguido de cerca la situación de un extranjero recluido en el Cevarepsi, un caso plagado de anomalías y abusos orquestados por el director, cuyo último movimiento antes de dejar el cargo fue el traslado (sin motivo) del cubano

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Imagen ilustrativa.

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Un preso de nacionalidad cubana fue trasladado al Centro Federal de Readaptación Social (CEFERESO) del estado de Durango, a pesar de padecer enfermedades incurables, como el retraso mental y ataques epilépticos severos. 

Las autoridades del Centro Varonil de Rehabilitación Psicosocial (CEVAREPSI), penal donde estuvo recluido más de 15 años, tomaron al recluso y lo cambiaron de cárcel, sin que su familia conociera su paradero. Cuando éstos les exigieron a los trabajadores del penal de Xochimilco información del preso, los directivos comentaron que diversos estudios habían confirmado que los padecimientos que presentaba habían desaparecido.

Violando los derechos del cubano, los guardias del CEVAREPSI despertaron al recluso a las dos de la mañana y le prohibieron que tomara sus pertenencias; lo subieron a un vehículo y sin informarle los motivos de su traslado, lo llevaron al penal del estado de Durango, cárcel que no se especializa en enfermos mentales.

La hermana del preso se comunicó con Crónica solicitando ayuda para obtener información del paradero de su hermano, ya que los únicos avisos que tenía provenían de un compañero de celda.

"Por favor necesito que me ayuden a localizar a mi hermano, el muchacho que vive en el dormitorio me llamó para decirme que se lo llevaron a las dos de la madrugada, no sé dónde está, no nos avisaron ni lo dejaron llevar sus cosas", suplicó.

Antes de dejar el cargo, el último movimiento del director fue trasladar al Cubano

Luego de varias horas y muchos intentos por comunicarse, la mujer pudo contactarse con Monserrat, quien actualmente funge como encargada del penal después de que el director fue despedido al ser señalado por familiares de los internos de ejercer violencia, agresiones, discriminación, maltrato y abuso en contra de personas con discapacidad mental.

La representante interina del penal le confirmó a la hermana del preso que el director Jaime Abasolo no podía darle explicaciones del destino del cubano, ya que era el final de su periodo como jefe del CEVAREPSI.

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“Le pregunté para dónde se lo habían llevado y me dijo que la dirección había ordenado su traslado al CEFERESO porque le habían dado el alta médica y un médico le dijo que ya estaba bien. No nos avisaron, están enfermos y es su obligación decirnos todo lo que les hacen; hasta que hablé y me dijeron dónde está, el director no se comunicó porque hoy fue su último día de trabajo”, narró.

FGJ visitó el reclusorio para recabar las denuncias del Cubano

Cuando Crónica reveló las negligencias que realizaba ese funcionario en el CEVAREPSI, personal de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) visitó el penal e inició una investigación formal para que el afectado denunciara las agresiones y torturas que ocurren dentro del reclusorio, ya que las "cabezas" de esta cárcel lo encerraron en un dormitorio de castigo, donde era amenazado, golpeado y sometido a condiciones insalubres como camas con heces fecales, animales con infecciones y comida descompuesta; infracciones que llevaron a la destitución del director.

A pesar de que el Programa de Derechos Humanos de las Personas Privadas de la Libertad en el Sistema Penitenciario Federal señala que todos los reclusos deben de gozar de certeza jurídica, así como del estado que guarda su situación jurídica y en consecuencia, de sus derechos y obligaciones durante la privación de su libertad; la familia del cubano nunca fue notificada de los supuestos exámenes médicos a los que era sometido y que determinaron su alta médica, así como del nuevo penal que habitaría.

Semanas previas, el recluso decidió hacer huelga de hambre con la finalidad de que las autoridades evaluaran su caso y lo protegieran ante las anomalías que vive dentro del penal; anteriormente el hombre testificó a este diario algunas de las cosas que vivió y observó, pero ello le costó castigos y la prohibición de visitas.

Sumado a la violencia, las autoridades del penal cancelaron todas las visitas y convivencias del preso, con el pretexto de que su mal comportamiento y difusión de testimonios con este medio de comunicación lo eximió de todos los derechos que goza una persona privada de su libertad, como actividades recreativas, culturales y la venta de artesanías durante las horas de relación con los familiares de los demás reclusos.

“Metí una petición para que me visitara una persona, pero me lo negaron. Yo tengo todo el derecho de recibir como visita a quien yo solicite, sin importar su profesión o que trabaje en la presidencia. Me encuentro en huelga de hambre para que me respeten todos mis derechos”, explicó el cubano anteriormente.

Actualmente, el caso del preso cubano se encuentra sin rumbo, al ser nuevamente víctima de negligencias y diagnósticos médicos inválidos que lo imposibilitan de tener un juicio dentro de las normativas constitucionales. Sus padecimientos mentales nunca fueron atendidos en el CEVAREPSI, ahora, en su nuevo “hogar” no existe alguna posibilidad de que se le facilite un tratamiento médico, pues el CEFARESO no tiene las condiciones para rehabilitar enfermedades patológicas.