
El senador y candidato presidencial colombiano Miguel Uribe Turbay falleció este lunes como consecuencia de las graves heridas en la cabeza que le dejó los disparos que recibió el sábado 7 de junio, en Bogotá, mientras intervenía en un acto de campaña. Aunque se encontraba desde entonces en estado crítico, la noticia ha causado conmoción en un país hastiado de la violencia sicaria, guerrillera, paramilitar, del narcotráfico y del Estado desde hace demasiado tiempo.
El político, de 39 años, era hijo de la periodista Diana Turbay, secuestrada y asesinada durante los años del narcoterrorismo de Pablo Escobar. Era también nieto del expresidente Julio César Turbay Ayala y la joven esperanza de la derecha conservadora de recuperar el poder.
La noticia la confirmó su esposa, María Claudia Tarazona, en una serie de sentidos mensajes en su cuenta de Instagram: “Pido a Dios me muestre el camino para aprender a vivir sin ti”, “descansa en paz amor de mi vida, yo cuidaré a nuestros hijos”, junto con una foto de ambos y “nuestro amor trasciende este plano físico. Espérame, que cuando cumpla mi promesa con nuestros hijos, iré a buscarte y tendremos nuestra segunda oportunidad”.
“Una derrota de Colombia”
El presidente de Colombia, el izquierdista Gustavo Petro, expresó su pésame a la familia de Miguel Uribe señalando que “la vida está por encima de cualquier ideología”.
“No es la venganza el camino de Colombia. Por venganzas llevamos décadas de violencia. No más. Por eso estamos tristes, nos duele la muerte de Miguel, como si fuera de los nuestros. Es una derrota. Cada vez que cae un colombiano asesinado, es una derrota de Colombia y de la Vida”, lamentó Petro en su cuenta de X.
El expresidente Álvaro Uribe Vélez, líder del partido político al que pertenecía Uribe Turbay y quien cumple arresto domiciliario tras ser condenado por soborno, lamentó la muerte del senador (con el que no guarda parentesco familiar”: “El mal todo lo destruye, mataron la esperanza”, escribió.
Desde el exterior se suceden los mensajes de condena.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, manifestó su “profunda tristeza” por la “trágica muerte del senador colombiano” y exigió justicia para la familia.
Sin embargo, en esta ocasión no lanzó un mensaje de contenido político ni injerencista, como viene siendo habitual en el jefe de la diplomacia de Donald Trump; lo contrario que la familia del expresidente brasileño Jair Bolsonaro.
El diputado Eduardo Bolsonaro, instigador de los aranceles de Trump contra Brasil para forzar a que no se juzgue a su padre por intentona golpista, dijo en redes sociales que el “lamentable” incidente refleja un “modus operandi político de la izquierda cuando se siente amenazada de perder una elección”, y agregó que ser de derecha en América supone “un riesgo”.
En tanto, Carlos Bolsonaro, fue un pasó más allá en el tono de sus declaraciones al afirmar que el político colombiano fue baleado por un “criminal protegido por aliados” del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, pese a que la investigación de las autoridades colombianas sobre las razones del ataque sigue en curso y todavía no ha concluido.
¿Quién ordenó matar a Uribe Turbay?
Minutos después del atentado, ocurrido el 7 de junio, las autoridades capturaron a un menor de 14 años como responsable material del ataque. El menor pidió perdón y declaró que los hizo “por plata, por mi familia”. Sin embargo, poco más se ha avanzado sobre la autoría intelectual del asesinato con tintes de magnicidio.
Las investigaciones continúan, suman ya cuatro detenidos más, mientras el presidente Petro insiste en que no se descarta ninguna hipótesis. Hace una semana, el director de la Policía Nacional, Carlos Triana, afirmó que la principal era la que señala como responsable a la llamada Segunda Marquetalia, el grupo de disidentes de las extintas FARC que retomó las armas y comanda alias Iván Márquez.
Ni ese grupo ni ningún otro se ha hecho responsable del asesinato.