
En un nuevo bombardeo de Israel en contra la capital de Yemen deja al menos 35 personas muertas y 131 resultaron heridas en la provincia norteña de Al Jawf, informó el Ministerio de Salud controlado por los rebeldes hutíes.
En un primer balance, el portavoz del ministerio, Anees al Asbahi, había confirmado nueve fallecidos, pero horas después las autoridades de salud de Al Jawf elevaron la cifra a 14 víctimas mortales. Entre ellas, siete murieron en Saná y otras siete en Al Jawf.
Los ataques aéreos también provocaron severos daños en varias viviendas del barrio de Al Tahrir, en el centro de la capital, así como en un puesto médico en el suroeste de Saná y en un complejo gubernamental de Al Hazm, cabecera de Al Jawf.
Los hutíes denunciaron que los bombardeos tuvieron como blanco directo instalaciones civiles y acusaron a Israel de cometer “un brutal crimen”. De acuerdo con el vocero militar rebelde Yahya Sarea, entre los afectados se encuentran periodistas y empleados de los periódicos 26 de Septiembre y Al Yemen, vinculados al movimiento insurgente.
Israel, por su parte, aseguró que los ataques se dirigieron contra “objetivos militares” de los hutíes en represalia por recientes ofensivas del grupo, incluyendo el ataque con dron del fin de semana contra el aeropuerto de Ramón, en el sur del país. El primer ministro Benjamín Netanyahu advirtió que las operaciones militares contra Yemen continuarán.
Esta nueva ofensiva se produce apenas un día después de que Israel lanzara por primera vez un ataque en Doha, Catar, contra líderes de Hamás, que dejó seis muertos, entre ellos cinco miembros del grupo palestino y un agente catarí de seguridad.