
El macrooperativo policial más letal de la historia de Río de Janeiro deja ya un saldo de al menos 132 muertos, informó este miércoles la Defensoría Pública regional sobre la ofensiva contra el Comando Vermelho, la mayor banda criminal del país, en su feudo en la favela Penha, en el norte de la capital carioca.
Esta institución encargada de ofrecer asistencia legal gratuita divulgó la nueva cifra de fallecidos, después de que habitantes de los barrios afectados se lanzaran a buscar a sus familiares desaparecidos y empezaran a juntar decenas de cuerpos en una plaza.
Funcionarios del organismo acompañan desde la madrugada de este miércoles las búsquedas en la favela de la Penha, el principal foco de la operación, y están presentes en los institutos forenses responsables por la identificación de los cadáveres.
“Violencia estatal nunca vista”
Asimismo, la Defensoría Pública afirmó que recabó testimonios de habitantes y familiares de los fallecidos para “contribuir a la necesaria respuesta institucional ante la violencia estatal nunca vista”.
Decenas de muertos yacían en medio de un bosque cercano y sin la ayuda de las autoridades tuvieron que ir por ellos en una búsqueda que aún continúan este miércoles.
Hacia las 6:00 hora local de este martes, una hilera de al menos 50 cadáveres cubiertos por un plástico negro, todos varones, yacían sobre el asfalto frente a una guardería publica, ubicada en la plaza São Lucas, una de las principales de la comunidad de la Penha. El fuerte olor que expelían los cuerpos no impedía que decenas de vecinos permanecieran rodeando la hilera, algunos buscando algún conocido, otros, por simple curiosidad.
Rayune Diaz Ferreira, una de las habitantes de la comunidad, está a la búsqueda de su primo. Explica que la gente no ha dormido, ni comido, buscando a los desaparecidos, pues ninguna autoridad ha ayudado en el rescate desde anoche.
“El Estado nos abandonó hace mucho tiempo y nos volvieron a abandonar después de esta matanza. Quienes están cargando los cuerpos son los habitantes”, sostuvo. Para esta trabajadora de 36 años que se crió en la favela, nunca se había visto algo así en la comunidad.
Los cadáveres encontrados por los familiares, todos de hombres, quedaron tendidos uno al lado del otro en el suelo de una plaza de la Penha, a la vista de los vecinos.
El gobernador del estado de Río de Janeiro, Cláudio Castro, del partido del expresidente Jair Bolsonaro, afirmó en un comunicado ante la oleada de críticas por la dureza del operativo que los sospechosos fueron abatidos tras “reaccionar” a las acciones de los agentes.
La operación policial buscaba ejecutar 100 órdenes de prisión contra miembros del Comando Vermelho, una de las dos facciones criminales más poderosas de Brasil, en dos complejos de favelas, las de la Penha y del Alemão.
El megaoperativo del martes, en el que participaron 2,500 agentes, tenía como objetivo detener a cabecillas del Comando Vermelho, una de las organizaciones criminales más antiguas y peligrosas de Río.
La abogada Thais Loredo, del Instituto Anjos da Liberdade (Ángeles de la Libertad), que acompaña la recuperación de los cuerpos, dijo que algunos mostraban signos de tortura.