
El machismo está detrás de, al menos, el 60% de todos los 80,000 asesinatos de mujeres en todo el mundo en 2024, una violencia causada por normas sociales que consideran a las mujeres inferiores a los hombres y que, según insiste un informe publicado este martes por Naciones Unidas (ONU) suele ser el final evitable de patrones de violencia continuos.
El nuevo informe sobre feminicidios de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) y de ONU Mujeres señala que en 2024 casi 50,000 mujeres y niñas fueron asesinadas por sus parejas o por familiares cercanos, lo que significa, denuncia la ONU, que el hogar es el lugar más peligroso para las mujeres.
El hogar, el lugar más peligroso
Estos datos se publican coincidiendo con la celebración este lunes del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
Por contra, sólo el 11 % de los hombres asesinados en 2024 lo fue a manos de parejas o parientes.
“Los femicidios no ocurren de forma aislada. A menudo se sitúan en un ciclo de violencia que puede comenzar con comportamientos de control, amenazas y acoso, incluso en línea”, denunció Sarah Hendriks, directora de Políticas de ONU Mujeres.
Así, el informe recuerda que una de cada cuatro mujeres y niñas entre 15 y 49 años ha sufrido alguna vez violencia física o sexual por parte de una pareja masculina.
Desigualdad y discriminación
“Los motivos detrás de tales crímenes están arraigados en normas sociales y estereotipos que consideran a las mujeres subordinadas a los hombres, así como en la discriminación hacia las mujeres y niñas, la desigualdad y las relaciones de poder desiguales entre mujeres y hombres en la sociedad”, sentencia el estudio.
De hecho, la ONU alerta de que, lejos de desaparecer, las nuevas tecnologías digitales han exacerbado las violencias contra las mujeres o creado algunas nuevas, como la difusión no consentida de imágenes o información, los videos falsos o el ciberacoso.
El informe afirma que hay evidencias de que esa violencia digital puede acabar manifestándose en agresiones físicas y asesinatos cometidos por las parejas.
Un análisis de 41 feminicidios en Reino Unido entre 2011 y 2014 reveló que en casi el 60% de los casos la tecnología se usó para ejercer control coercitivo sobre la víctima antes de asesinarla.
Las mujeres con alta visibilidad pública, como periodistas, políticas o activistas, son particularmente vulnerables a las amenazas en línea.
La ONU afirma que, pese a los esfuerzos de prevención en algunos países, los feminicidios siguen en niveles “preocupantemente altos”.
Estos crímenes son “el trágico final de un patrón de violencia continua, lo que significa que, con una intervención oportuna y adecuada, podrían prevenirse”, se afirma en el estudio.
Evitarlos pasa por una combinación de estrategias, desde la educación de niños y niñas para “modificar actitudes”, la criminalización del feminicidio como un delito específico, la creación de unidades especiales en la Policía y la Justicia o las campañas de información.
La ONUDD señala que movimientos como ‘Ni Una Menos’, surgido en Argentina, o el ‘Me Too’, han sido fundamentales para aumentar la conciencia pública y condenar los comportamientos machistas y patriarcales que perpetúan la violencia de género.
Drama en África
El informe estima que África es la región con la tasa más alta de homicidios de mujeres a manos de parejas o parientes, seguido de América, Oceanía, Asia y Europa.
África tuvo la mayor cantidad de víctimas de feminicidio íntimo o familiar, con unas 22,600 asesinadas en 2024. Le siguen Asia, con 17,400 asesinadas a manos de sus parejas o familiares; las Américas, con 7,700; Europa, con 2,100, y Oceanía, con 300.
Con todo, la ONU aclara que sólo puede revisar la evolución a medio plazo del número de feminicidios en Europa y América, los únicos continentes que aportan datos suficientes. Sólo la mitad de los países de Asia o África facilitan datos diferenciados sobre homicidios de mujeres cometidos por parejas o parientes en la última década.
América Central es la subregión con las tasas más elevadas de asesinatos de mujeres a manos de parejas o familiares.
Mientras que en América la incidencia de los feminicidios fue en 2024 parecida a la de 2010, en Europa la tasa ha disminuido lenta pero constantemente. Los últimos datos señalan que la tasa de feminicidios es más baja en los países del sur, entre ellos España, que en el este del continente, donde es el doble de alta.