
El presunto autor del tiroteo contra dos soldados de la Guardia Nacional cerca de la Casa Blanca el miércoles colaboró con la CIA durante la invasión estadounidense contra el régimen talibán , informó el director de la Agencia Central de Inteligencia, John Ratcliff.
Según NBC News, el sospechoso, de origen afgano e identificado como Rahmanullah Lakanwal, de 29 años, llegó a Estados Unidos en septiembre de 2021 tras pasar una década en el Ejército afgano, donde brindó apoyo a las Fuerzas Especiales estadounidenses.
Tras la caída de Kabul en manos de los talibanes, Lakanwal fue trasladado a Estados Unidos en 2021 a través del programa ‘Operation Allies Welcome’, destinado a apoyar a ciudadanos afganos tras la retirada militar estadounidense del país.
Las autoridades informaron este jueves de que los agentes de la Guardia Nacional heridos el miércoles en un tiroteo en Washington D.C. son Sarah Beckstrom, de 20 años, y Andrew Wolfe, de 24.
La fiscal de la capital estadounidense, Jeanine Pirro, indicó en una rueda de prensa que las víctimas formaban parte de la Guardia Nacional de Virginia Occidental y se encontraban en Washington D.C. “para cumplir la orden ejecutiva del presidente Donald Trump de hacer” de esta ciudad un lugar “seguro y bonito”.
Pirro agregó que el presunto tirador, identificado como un ciudadano afgano de 29 años quien, usó un revólver Smith & Wesson 357. El incidente ocurrió en una estación de metro ubicada a unos 500 metros de la Casa Blanca. Ambos soldados estaban armados en el momento del ataque.
El sospechoso disparó primero a uno de los guardias, que cayó al suelo, tras lo que se inclinó sobre él y volvió a dispararle.
“Elegiste el objetivo equivocado, la ciudad equivocada y el país equivocado, y lamentarás la violencia y el mal que perpetraste en la capital de nuestra nación”, declaró en una conferencia de prensa este jueves.
Lakanwal vivía en Bellingham, en el estado de Washington, con su esposa y sus cinco hijos, y se desplazó en su vehículo desde allí hasta la capital.
Bondi pedirá pena de muerte
Por su parte, la fiscal general Pam Bondi se negó el jueves por la mañana a comentar sobre el estado de los miembros de la Guardia Nacional que recibieron disparos, pero declaró durante una aparición en Fox News que habían “superado la cirugía”.
Según Pirro, los agentes que se encontraban en la zona respondieron “de inmediato, neutralizando la amenaza y reduciendo” al tirador, que fue trasladado a un hospital, donde permanece bajo custodia.
El presunto tirador será acusado de agresión con intención de matar estando armado, por lo que podría enfrentarse a 15 años de prisión, así como de posesión de un arma de fuego durante un delito violento, según adelantó Pirro. No obstante, los cargos dependerán “del estado de salud de los guardias”.
La fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, aseguró esta mañana que, en caso de que los dos agentes -que se encuentran en estado crítico- fallezcan, hará “todo lo posible” por pedir la pena de muerte para el sospechoso.
Trump castiga a los inmigrantes afganos
El presidente Donald Trump calificó el tiroteo de “acto de terror” y calificó de “animal” al presunto autor del tiroteo y aprovechó para castigar a todos los afganos que han solicitado asilo en EU.
Luego de conocerse la nacionalidad del sospechoso, Trump apareció en un video oficial endureciendo su retórica antimigrante contra personas originarias de Afganistán y culpando a su antecesor, Joe Biden, de permitir el ingreso del sujeto en septiembre de 2021.
“Ahora debemos volver a examinar a cada extranjero que ha entrado a nuestro país desde Afganistán”, dijo el mandatario en el mensaje y añadió: “Con efecto inmediato, la tramitación de todas las solicitudes de inmigración relacionadas con ciudadanos afganos se suspende indefinidamente a la espera de una revisión adicional de los protocolos de seguridad y verificación de antecedentes”.
“Decisión cruel e ilógica”
La suspensión inmediata de todas las solicitudes migratorias de ciudadanos afganos por parte de Trump ha reavivado entre los solicitantes el viejo temor a quedar abandonados tras años de trámites de un proceso congestionado.
“Es una decisión cruel e ilógica, una suspensión que golpea aún más un proceso ya largo” y complejo, dijo Mir Ali, solicitante de la Visa de Inmigrante Especial (SIV) que trabajó con entidades estadounidenses durante la presencia militar de EE.UU. en Afganistán.
Muchos afganos que trabajaron junto a las fuerzas, agencias o contratistas de Estados Unidos dicen sentirse ahora abandonados a pesar de años de promesas de protección.
“Estados Unidos nos lo prometió, y nosotros, a costa de nuestras vidas, trabajamos con ellos y les ayudamos”, afirmó Ali, para quien la conducta de una sola persona no puede determinar el destino de toda una población.
“El crimen es una responsabilidad individual, no debe afectar a toda la comunidad”, señaló.