
La junta militar que controla Guinea Bisáu tras el golpe de Estado del miércoles anunció este jueves la prohibición de manifestaciones, huelgas y cualquier acción “que perturbe la paz y la estabilidad del país”.
En un comunicado difundido por la televisión pública, el autodenominado Alto Comando Militar para el Restablecimiento de la Seguridad Nacional y el Orden Público (como se hace llamar la junta en el poder) ordenó la apertura y reabudación del funcionamiento normal de las escuelas y centros de formación públicos y privados, así como de los mercados, centros comerciales y todas las instituciones privadas.
Asimismo, indicó que las instituciones públicas “especialmente los ministerios”, deberán esperar a la pronta creación del Gobierno de transición.
Además, la junta destacó que el toque de queda nocturno será entre las 19:00 y las 06:00 hora local decretado por los militares tras asumir el poder, quedará anulado a partir del viernes, en una medida destinada a restablecer la circulación normal y reducir la tensión en la capital, Bisáu, donde se han desplegado refuerzos militares en puntos estratégicos.
El comunicado agregó que el presidente saliente, Umaro Sissoco Embaló, el jefe del Estado Mayor, general Biaguê Na N’tam y el teniente general Mamadu Turé quienes se encuentran detenidos desde el miércoles, están en buen estado, aunque continúan bajo custodia del grupo militar.
Anteriormente, la junta militar había nombrado al general Horta N’ta, hasta ahora jefe del Estado Mayor bajo Embaló, como nuevo líder de transición, en una ceremonia en el cuartel general del Ejército en Bisáu donde aseguró que los militares intervinieron para “salvaguardar la democracia y la estabilidad política”.
El golpe de Estado se produjo el miércoles, en vísperas de la publicación de los resultados de las elecciones generales del domingo, cuando un grupo de militares tomó el control del país, anunció la paralización “inmediata” del proceso electoral y ordenó el cierre de las fronteras “hasta nueva orden”.
Los golpistas comunicaron también la destitución “inmediata” de Embaló, quien afirmó haber sido detenido y derrocado, y decretaron el cierre de las instituciones del Estado.
Guinea-Bisáu es uno de los países más inestables de África, ya que, desde su independencia de Portugal en 1974, ha sufrido cuatro golpes de Estado exitosos (1980, 1998/99, 2003 y 2012). (Con información de EFE)