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Conservadores ganan comicios en Croacia pero tendrán difícil gobernar

El partido liderado por el primer ministro Andrej Plenkovic asegura 58 escaños; promete mantener la orientación euroatlántica del país

elecciones legislativas

ZUna mujer vota durante las elecciones parlamentarias en Zagreb, Croacia

ZUna mujer vota durante las elecciones parlamentarias en Zagreb, Croacia

EFE

El HDZ, partido conservador liderado por el primer ministro Andrej Plenkovic, obtuvo una clara victoria en las elecciones legislativas de Croacia al asegurar 58 escaños, ocho menos que en 2020, según una encuesta a pie de urna realizada por la televisión Nova.

En segundo lugar se encuentra la coalición "Ríos de Justicia", liderada por el partido socialdemócrata SDP, con 44 escaños. Sin embargo, esta cantidad no es suficiente para alcanzar una mayoría en el Parlamento compuesto por 151 diputados.

El partido nacionalista de derechas Movimiento Patriótico quedó en tercer lugar con 13 escaños y su apoyo puede ser determinante para formar Gobierno, al igual que los 11 diputados del ecologista Mozemo (Podemos) y los 9 de los liberales de Most (Puente).

Desde 2020 los conservadores han gobernado en coalición con una formación liberal y el apoyo de los diputados de las minorías, pero la pérdida de 8 escaños del HDZ -según esta proyección- hace que se requieran más apoyos.

Las acusaciones de corrupción contra la formación de Plenkovic, que llevó a la dimisión de varios ministros esta legislatura, hace que la búsqueda de socios sea difícil, pero crear una alternativa en torno a los socialdemócratas también se prevé complicado.

Branko Bacic, viceprimer ministro de Gobierno y número dos en la Unión Democrática Croata (HDZ), se mostró satisfecho con el resultado de los sondeos y esperan que el recuento oficial les otorgue 60 escaños.

"Creo que podremos componer un Gobierno estable", auguró Bacic en la televisión N1.

Los resultados de las encuestas a pie de urna -los oficiales se esperan a partir de esta noche- vaticinan unas largas negociaciones para buscar una mayoría parlamentaria y ya hay analistas que no descartan una posible repetición electoral.

La campaña electoral ha estado marcada por un duelo entre dos figuras antagónicas: el primer ministro Plenkovic, y el presidente populista Zoran Milanovic, que hizo campaña por los socialdemócratas y quiere liderar el ejecutivo si cuenta con una mayoría parlamentaria.

Plenkovic, que ha liderado el Gobierno desde 2016, hizo una campaña centrada en la estabilidad y en logros como la entrada de Croacia en la zona del euro y el espacio Schengen.

Sin embargo, su partido, que ha gobernado en 25 de los 33 años desde la independencia de Croacia, se ha visto salpicado por escándalos de corrupción, lo que ha erosionado su credibilidad.

A pesar de esto, Plenkovic ha prometido continuar con una agenda de reformas y estabilidad, con Croacia claramente anclada a la UE y a la OTAN, en un contexto geopolítico lleno de desafíos.

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Un candidato "inconstitucional"

Milanovic, que viró desde la pandemia de posiciones socialdemócratas convencionales hacía mensajes populistas, nacionalistas y euroescépticos, desafió al Tribunal Constitucional al participar en la contienda electoral sin renunciar a su cargo presidencial, algo que la corte declaró inconstitucional.

El Constitucional le advirtió de que el cargo de jefe del Estado, un puesto prestigioso pero más bien ceremonial en la democracia parlamentaria croata, es incompatible con participar de forma activa en una campaña electoral.

Milanovic centró sus críticas en la corrupción del HDZ y la influencia de lo que él considera poderes corruptos dentro del estado, con lo que justificó ignorar abiertamente la decisión judicial que vetaba su participación en la campaña.

El presidente, una figura popular pero también muy polarizadora, ha criticado el envío de armas a Ucrania para defenderse de la agresión rusa al considerar que alarga el conflicto, una posición similar a la del primer ministro ultranacionalista húngaro, Viktor Orbán.

Plenkovic, al acudir a votar, aseguró que Croacia necesita que se "respete la constitución", y que para gobernar se requiere de "personas serias y responsables", y prometió mantener la orientación euroatlántica del país.

Milanovic, por su parte, acusó al primer ministro de ser "el padrino" y de dirigir el gobierno más corrupto de la historia de Croacia.

El presidente, que es el responsable de encargar la formación de Gobierno, anunció que dimitirá para dirigir el ejecutivo si los socialdemócratas tienen opciones de articular una coalición, una situación inédita en la democracia croata.

Las elecciones presidenciales se esperan para finales de este año o principios de 2025.