Estados Unidos declara genocidio la matanza de rohinyás en Birmania
Los principales episodios de esta limpieza étnica, que la ONU también considera genoicido, ocurrieron entre 2016 y 2017 con el beneplácito de la nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, ahora encarcelada tras el golpe militar de 2021
crisis 2016-2017
Protesta contra el genoicidio rohinyá en Bangladesh, en una imagen de archivo de 2017.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, anunció este lunes que la campaña generalizada de violaciones y asesinatos de familias de la minoría musulmana rohinyá en Birmania constituye un genocidio, lo que abre la puerta a más sanciones económicas contra la junta militar.
"He determinado que miembros de la junta militar birmana cometieron genocidio y crímenes contra la humanidad contra los rohinyá en 2016 y 2017", señaló Blinken desde el Museo Conmemorativo del Holocausto, en Washington.
El jefe de la diplomacia estadunidense subrayó que las evidencias son contundentes, al asegurar que la persecución fue "generalizada y sistemática".
En 2017, indicó, más de 9 mil rohinyá fueron asesinados en Birmania, y más de 700 mil tuvieron que huir al vecino Bangladesh.
EJÉRCITO IMPUNE Y PODEROSO
Blinken alertó, además, que muchos de los líderes militares que dirigieron esta campaña genocida, son los mismos quienes, en febrero de 2021, derrocaron el gobierno democráticamente elegido.
La budista Myanmar comete genocidio contra su minoría musulmana
"Desde el golpe, hemos visto cómo la junta militar birmania usa las mismas tácticas. Solo que ahora los militares están persiguiendo a cualquiera que consideran que se oponen o luchan contra el régimen represivo", sostuvo.
La Administración del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha sido una de las voces más críticas con el golpe de Estado del Ejército que acabó con el gobierno electo de la líder birmana Aung San Suu Kyi hace más de seis meses, y ha impuesto duras sanciones contra los miembros de la junta militar.
EL REPUDIO AL SILENCIO DE SUU KYI
Sin embargo, en este caso, cabe recordar que las etapas más crudas del genocidio contra la minoría rohinyá se llevaron a cabo durante el mandato de Ssuu Kyi, quien, pese a tener un poder limitado sobre el mando del país, apoyó de forma tácita la limpieza étnica, pues nunca se pronunció en contra de la misma.
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Estas decisiones de la ahora encarcelada mandataria llevaron incluso a generar un amplio debate público sobre la necesidad de retirar a Suu Kyi el nobel de la Paz que logró en 1991 por su oposición a la junta militar que entonces también dirigía el país.
La también nobel de la Paz Malala Yousafzai, pakistaní y musulmana, criticó directamente a Suu Kyi en su cuenta de Twitter por su impasividad ante el genocidio.