Meloni en su investidura en Italia: “Nunca sentí simpatía por el fascismo”
La líder ultraderechista asume como primera ministra de Italia con la promesa de no ceder a la "extorsión" de Putin, pese a que lo apoyan Berlusconi y Salvini
vuelco en el gobierno italiano
Giorgia Meloni, la primera mujer de la historia de Italia que asume el cargo de primer ministro y la primera en gobernar con un bloque de partidos liderados por su ultraderechista Hermanos de Italia, aseguró en su discurso previo a su investidura que demostrará con hechos que no habrá un regreso al fascismo y que tampoco caerá en las redes del presidente ruso, Vladimir Putin, pese a la abierta simpatía que sienten por él sus otros dos compañeros de coalición, el xenófobo Matteo Salvini, líder de la Liga, y el populista Silvio Berlusconi, líder de Forza Italia.
“Nunca he sentido simpatía por regímenes antidemocráticos, incluido el fascista", durante su primer discurso en la Cámara de los Diputados tras el que afrontará el voto de confianza, primer paso para su investidura.
Meloni, quien no puede borrar que inició su carrera en las juventudes del Movimiento Social, un partido neofascista, asegura ahora que las leyes raciales contra los judíos, aprobadas por el régimen de Benito Mussolini, "son el punto más bajo" de la historia italiana.
"Lucharemos contra cualquier forma de racismo, antisemitismo, violencia política, discriminación", añadió en un discurso de más de una hora que fue interrumpido por los aplausos de la mayoría gubernamental formada por sus socios de la Liga y de Hermanos de Italia.
“Presidenta no, presidente”
Pese a que se convertirá en la primera mujer que preside el Consejo de Ministros (ejecutivo), Meloni quiere que la llamen “presidente” y no “presidenta”, un gesto que, junto con su discurso en favor de la familia tradicional y de que la mujer pueda conciliar trabajo y maternidad , generó desconfianza en la oposición progresista.
“Según nos parece entrever por sus primeras palabras, quiere a la mujer un paso por detrás del hombre, dedicada esencialmente a la familia y a los hijos", dijo la portavoz de la principal formación opositora, el Partido Demócrata (PD), Debora Serracchiani, quien expresó sus "temores" a que en las políticas de Meloni las mujeres queden relegadas.
Acostumbrada a ser Meloni la que lanzaba feroces críticas desde la oposición, la “presidente” italiana abandonó su nerviosismo inicial para preguntar en modo retador: "Míreme, señora Seracchiani, ¿le parece que esté a un paso de los hombres?", declaró rodeada por todo su gabinete, compuesto por 18 hombres y seis mujeres.
Aclaró entonces que su objetivo es conciliar el empleo femenino con políticas que estimulen la natalidad en el país.
"Considero un fracaso que una mujer deba renunciar a la maternidad para tener un trabajo pero también que tenga que renunciar a tener un hijo para trabajar. Garantizar plena libertad es un reto en el que espero que estemos de acuerdo", dijo Meloni, madre de una niña.
No tocará ley del aborto, dice
Respecto a la familia, que tiene su propio ministerio en este Ejecutivo, explicó que se prevé "un plan imponente, económico pero también cultural, para redescubrir la belleza de la paternidad y volver a poner a la familia en el centro de la sociedad", y que su compromiso será "aumentar los importes del cheque por hijos y ayudar a las parejas jóvenes a obtener una hipoteca para su primera vivienda".
Citando a Montesquieu, que decía que "la libertad es aquel bien que hace disfrutar de todos los demás bienes", aseguró que "este gobierno de centroderecha nunca limitará las libertades existentes de los ciudadanos y las empresas".
"Ya veremos cuando se demuestren los hechos, incluso en materia de derechos civiles y aborto, quién mentía y quién decía la verdad en la campaña electoral sobre cuáles eran nuestras verdaderas intenciones", añadió Meloni al hacer referencia a quien asegura que se cambiará la ley de derecho al aborto.
“Habrá recesión”
En el apartado económico, Meloni pintó un panorama complicadísimo en el que ya anunció la recesión que llegará en 2023, pero no delineó ningún plan de choque y se limitó a decir que no aplicará políticas de austeridad ―”no es el camino para reducir la deuda”― y que estimulará la inversión extranjera.
Contra Putin el extorsionador
En donde sí se mostró clara fue en su rechazo a coquetear con Putin —como hace su afín ideológico, el presidente de Hungría, Viktor Orban— y en justificar, como hizo Berlusconi, la destrucción de Ucrania por parte de los invasores rusos.
“Seguiremos estando al lado del pueblo ucranio que se opone a la invasión de la Federación Rusa. No solo porque no podemos aceptar la violación de integridad de una nación soberana, sino porque es el modo mejor de defender nuestra integridad nacional”, apuntó.
“Ceder a la extorsión de Putin no aligeraría el problema, lo empeoraría”, añadió.