La presidenta Claudia Sheinbaum y el secretario de Economía, Marcelo Ebrard Casaubon, celebraron la reciente decisión de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP) de exentar de aranceles a las autopartes mexicanas, en el marco del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Ebrard calificó la medida como “un gran avance y una excelente noticia para el país”, pues confirma que las autopartes producidas en México seguirán siendo tratadas como originarias de la región del T-MEC, lo que elimina el pago de aranceles al ingresar a Estados Unidos y garantiza condiciones preferenciales de comercio.
“Las autopartes estarán sujetas al acuerdo del T-MEC, serán consideradas como si fueran de Estados Unidos. Esto es resultado de instrucciones recién publicadas por autoridades aduanales estadounidenses”, explicó el secretario.
Durante la conferencia matutina, Sheinbaum también destacó que esta decisión deriva de una revisión técnica de las llamadas “reglas de origen” del tratado, que priorizan los productos fabricados en los tres países firmantes.
“En vehículos y autopartes se ha dado un trato preferencial a todo aquello que se produce dentro del tratado; en particular, las autopartes siguen teniendo cero arancel”, detalló la mandataria.
El secretario Ebrard compartió que las negociaciones han sido producto de encuentros constantes con funcionarios del gobierno estadounidense, incluyendo al secretario de Comercio, Howard Lutnick, y que las reuniones han permitido consolidar una relación de entendimiento y respeto mutuo.
“Llevamos 35 años trabajando juntos en la industria automotriz. Hoy, a diferencia del pasado, México fabrica muchas más piezas y componentes. Imponer un doble arancel sería golpear una cadena de valor compartida que genera más de dos millones de empleos y exportaciones por más de 70 mil millones de dólares”, advirtió.
No obstante, Ebrard aclaró que aún permanecen vigentes algunos aranceles para materiales como el acero y el aluminio, debido a decisiones unilaterales del expresidente Donald Trump, aunque México continúa trabajando para resolver esos temas.