El matrimonio infantil está prohibido en México, sin excepción de ninguna entidad, como quedó establecido en la reforma al Código Civil Federal de 2019, y Oaxaca debe aplicar la ley contra esta practica por “usos y costumbres”, demandó la Secretaría Ejecutiva del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna), a cargo de Lorena Villavicencio.
La dependencia destacó que, desde el marco normativo nacional e internacional vigente, ningún uso, costumbre o práctica cultural puede estar por encima del interés superior de la niñez ni justificar violaciones a sus derechos humanos.
“El matrimonio infantil y las uniones tempranas son formas de violencia estructural y de género que profundizan la desigualdad, reproducen ciclos de pobreza, limitan el acceso a la educación, y exponen a niñas y adolescentes a embarazos forzados, abandono escolar, violencia física, sexual y emocional, además de impactar gravemente en su salud integral y su desarrollo”.
El pronunciamiento deriva tras darse a conocer la presunta celebración de una unión entre adolescentes en una comunidad indígena de Oaxaca, así como con la participación de niñas y niños en el consumo de bebidas alcohólicas durante esa ceremonia.
“En México, el matrimonio infantil está prohibido sin excepción desde la reforma al Código Civil Federal publicada en el Diario Oficial de la Federación el 4 de junio de 2019. Esta disposición fue adoptada por todas las entidades federativas, incluyendo Oaxaca, donde el Código Civil local establece con claridad que la edad mínima para contraer matrimonio es de 18 años, sin excepción alguna (artículos 147 y 156). En tanto, en la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes (LGDNNA) fija, en su artículo 45, la obligación de autoridades federales, estatales y municipales de prevenir, atender, sancionar y erradicar toda forma de violencia contra la niñez, incluyendo prácticas nocivas naturalizadas como las uniones infantiles”, precisa el Sipinna.
Con base en esas disposiciones, la Secretaría Ejecutiva hizo un llamado “urgente y respetuoso” a las autoridades estatales y municipales, así como a los sistemas de protección de Oaxaca, para investigar con enfoque de derechos humanos y perspectiva intercultural estos hechos, atendiendo a los principios de legalidad, debida diligencia y no revictimización. Reiteramos que el respeto a las cosmovisiones y tradiciones comunitarias debe ir acompañado de un diálogo intercultural que garantice la protección plena de los derechos de la niñez y adolescencia, especialmente de las niñas y adolescentes indígenas, quienes enfrentan múltiples formas de discriminación interseccional.
“Desde SIPINNA Nacional continuaremos articulando acciones interinstitucionales para erradicar el matrimonio infantil, fortalecer las capacidades de los sistemas locales de protección, y promover prácticas culturales que respeten, protejan y garanticen los derechos de todas las niñas, niños y adolescentes, sin distinción alguna. Porque cada niña, niño y adolescente tiene derecho a una vida libre de violencia, a decidir sobre su presente y su futuro y desde luego a crecer con dignidad”, de acuerdo con un comunicado que cierra con una exigencia: “¡Niñas, no esposas! ¡Infancias sin violencia!”