La depresión suele presentar algunos síntomas muy específicos que no deben ignorarse como: tristeza permanente, pérdida de interés o de placer en las actividades de la vida cotidiana, sentimiento de culpa, aislamiento, llanto frecuente, baja autoestima, alteración en el apetito.
Aunado a lo anterior, también se pueden presentar trastornos del sueño, fatiga, dificultad para concentrase, sensación de cansancio e incluso pensamientos suicidas.
La psicóloga clínica Anayelly Fuerte Piñón, adscrita al Hospital General de Zona (HGZ) No. 76 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en el Estado de México Oriente, resaltó que la depresión se caracteriza por una alteración del estado de ánimo que se manifiesta con decaimiento emocional, falta de energía o interés, así como pérdida de la capacidad para disfrutar actividades que antes eran placenteras.
Ante estas circunstancias, la especialista hizo un llamado a normalizar la atención a la salud mental y a eliminar el estigma asociado con acudir al psicólogo, al psiquiatra o con padecer algún problema de salud mental. “La depresión es una enfermedad constante y se vuelve una compañera silenciosa en muchas personas. Suele convertirse en una tristeza crónica en la que el paciente tiene días buenos y otros no tanto. Esto en un periodo mayor a dos años se le conoce como Trastorno Depresivo Persistente o Distimia y que en estos casos puede requerir tratamiento farmacológico”, señaló.
Advirtió que esta condición afecta el funcionamiento diario de la persona la mayor parte del día y representa una de las principales causas de discapacidad en el ámbito de salud mental, siendo considerada un problema de salud pública. Para atender a la derechohabiencia que presente alguno o varios de estos síntomas y que requieran atención, el Instituto cuenta con atención desde el diagnóstico, tratamiento y apoyo psicológico.
En el IMSS, se lleva a cabo la identificación de sospechas de depresión, ansiedad y trastorno de pánico con un cuestionario que aplica el personal de enfermería, en los módulos PrevenIMSS, donde, en caso de presentar positivo alguno o algunos de estos problemas de salud mental, los pacientes son canalizados con el médico familiar, quien cuenta con las competencias necesarias para confirmar, tratar, descartar o derivar según sea el caso.
“En lo que respecta al área de Psicología y Psiquiatría se utilizan entrevistas clínicas directas con el paciente y criterios diagnósticos establecidos en la Clasificación Internacional de Enfermedades - 10 (CIE-10), en donde podemos identificar trastornos del estado de ánimo, así como el nivel de afectación del paciente: leve, moderado o grave, y a partir de ahí se determina su intervención por el área: de Psicología, Psiquiatría o a ambas”, explicó.
Respecto al tratamiento, puntualizó que este puede incluir seguimiento médico y, en algunos casos, la prescripción de medicamentos, con el objetivo de restablecer el equilibrio bioquímico cerebral relacionado con las emociones. Asimismo, recomendó acudir con el médico familiar si se observan cambios de conducta sin causa aparente, tristeza constante, aislamiento o cualquier otro síntoma relacionado con la depresión.