
México atraviesa una crisis sanitaria sin precedentes, pues al menos 44.5 millones de personas carecen de acceso a servicios de salud, de acuerdo con cifras oficiales, aseveró la bancada del PRI en el Senado.
El coordinador del PRI en el Senado, Manuel Añorve aseveró que entre 2019 y 2022, un total de 31.6 millones de mexicanos perdieron cobertura médica, lo que calificó como resultado de “años de abandono y de políticas improvisadas”.
“El problema es muy grave y los responsables tienen nombre y apellido. No podemos seguir ignorando esta crisis”, afirmó el legislador priista al citar datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Según los registros oficiales, el deterioro se ha extendido en todo el país: En zonas rurales, la cifra de personas sin acceso a servicios de salud pasó de 4.2 millones en 2018 a 13.9 millones en 2024. En las ciudades, la carencia se duplicó, al pasar de 15.9 millones a 30.6 millones en el mismo periodo.
El senador priista recalcó que entidades como Guerrero enfrentan una situación particularmente crítica, pues el 39% de la población no cuenta con acceso a servicios médicos, es decir, alrededor de 1.4 millones de personas.
“Es inaceptable. Este desastre no ocurrió de la noche a la mañana; se dejó crecer sin control. Urge un cambio drástico en la política de salud, y no intentos improvisados que no nos han llevado a ningún lado”, señaló.
Añorve llamó al gobierno federal a replantear de inmediato su estrategia en materia de salud y a garantizar el derecho constitucional a la atención médica para todos los mexicanos.
GASTO DE BOLSILLO
El aumento de mexicanos sin acceso a la salud que evidenció el INEGI hace unos días viene de la mano con otra realidad: el gasto de bolsillo en salud entre 2022 y 2024, aumentó en México 7.9% en términos reales aún entre los afiliados al IMSS e ISSSTE y alcanzó un promedio de $6,421 anual por hogar donde como siempre los más pobres son los que cargan más con este este gasto.
En 2022 el gasto de bolsillo eta de $5,948 pero en 2024 pasó a $6,421, lo que refleja un desabasto de medicamentos en las instituciones de salud públicas entre otras cosas.
La compra de medicamentos representa el 38 % del gasto de los hogares en salud pero en los hogares con menos recursos se eleva a 50 %.
La persistencia del gasto de bolsillo, incluso entre afiliados al IMSS o ISSSTE, junto con las desigualdades entre entidades, traslada el peso del financiamiento del sistema de salud que debería ser del gobierno a los hogares de las familias mexicanas.
La CDMX es la entidad con el mayor gasto de bolsillo en salud con $9,696, le siguen Zacatecas y Querétaro con $8,771 y $8,641 respectivamente.
Así, el contar con seguridad social o estar afiliados al IMSSS o ISSSTRE no garantiza el acceso a ellos o ser utilizadas: el 63 % de la población reporta afiliación a una institución pública, pero 6 de cada 10 personas se atienden en farmacias o consultorios privados.