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La Dirección General de Epidemiología vigila los efectos y los cambios climáticos para registrar su impacto en la población

Salud vigila efectos de cambio climático; pasan muertes por calor de 281 a 2 mil 440 en 4 años

Efectos de las altas tempraturas en la Ciudad de México (Andrea Murcia Monsivais)

A partir de 2021, la Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud observó un aumento en las defunciones ocasionadas en México por los golpes de calor derivados del cambio climático. Las muertes por calor pasaron de 281 casos y el año pasado sumaron 2 mil 440.

El número de estas muertes se había mantenido relativamente estable desde el año 2000, cuando este tema empezó a ser monitoreado, de ahí que la Secretaría de Salud tenga datos sólidos para indicar que se trata de un aumento anormal.

En efecto, la vigilancia epidemiológica en periodos de frío o calor tiene más de 20 años de realizarse de forma continua y permanente con el fin de registrar los efectos ambientales en la salud pública, sin embargo, durante los últimos años ha sido necesaria la actualización de sus métodos debido a los drásticos cambios ambientales provocados por el calentamiento global y la influencia de la concentración de “islas de calor” en las grandes ciudades.

Durante el Seminario Virtual Islas de Calor Urbanas, especialistas de la Dirección General de Epidemiología explicaron que existe una relación directa entre los eventos meteorológicos extremos y el desarrollo de enfermedades y afecciones como problemas renales crónicos y cardiovasculares debido a factores como la deshidratación, el estrés oxidativo, la alteración electrolítica y cambios en el volumen sanguíneo. En cambio climático también ocasiona impactos en la salud mental, tales como el trastorno de estrés postraumático, depresión y ansiedad generalizada, aumento en el uso o abuso de sustancias y pensamientos suicidas.

Es importante resaltar que el impacto de las altas o bajas temperaturas en la defunción de las personas depende directamente de la ubicación geográfica. Por ejemplo, en la Ciudad de México, considerada una Isla de Calor, debido a que el cambio en su temperatura atmosférica es aún más drástico que en zonas rurales debido al incremento de contaminación atmosférica, las muertes prematuras por calor han aumentado en un 0.65 por ciento, sin embargo, se redujeron las defunciones debido al frío en un 32.7 por ciento, de acuerdo con un estudio realizado por especialistas de China y publicado en Nature Climate Change.

De acuerdo con el especialista Erik Velasco, en el Seminario, en la capital del país se ha registrado un aumento muy marcado en la temperatura durante las últimas tres décadas; si bien la temperatura ambiental aumentó 0.4 grados centígrados cada año en la capital, algo semejante al resto del país, la concepción de que la ciudad tiene temperaturas más altas que otros lugares es correcta, pues el calor es detenido y acumulado por otras variantes como la formación de contaminantes secundarios que catalizan las reacciones químicas en la atmósfera.

Además de los problemas en la salud pública, la concentración de altas temperaturas en la megalópolis afectan la productividad económica, ya que los golpes de calor afectan los estados de ánimo y las capacidades cognitivas provocando paros laborales.

Estos efectos negativos pueden observarse cuando se superan las siguientes temperaturas:

  • 25°C en oficinas
  • 27°C en fábricas
  • 27°C en centros educativos
  • 29°C en trabajo al aire libre

Por ello, con el fin mitigar los efectos del calentamiento global y del calor generado por las Islas de Calor, los especialistas y gobiernos buscan implementar estrategias de gestión urbana como las infraestructuras verde y azul en espacios públicos, implementación de materiales y diseño urbano de reflexión solar, promover la movilidad sostenible, crear estrategias de gobernanza climática, planeación integrada y normatividad urbana, aunado a instrumentos financieros y de gestión ambiental.

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