
Como parte de la Estrategia Nacional de Seguridad, la Fuerza Aérea Mexicana (FAM), se posiciona como un pilar en tareas de vigilancia aérea, movilidad estratégica, protección civil y apoyo logístico, funciones esenciales para garantizar la seguridad nacional del país.
En medio de los retos en materia de seguridad que atraviesa el país, la Fuerza Aérea Mexicana transita por una etapa de modernización que combina operatividad militar, eficiencia administrativa y transparencia institucional.
En coordinación con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la FAM se perfila no solo como brazo estratégico de la seguridad nacional, sino también como un actor clave en la construcción de un México más seguro, transparente y resiliente.
La apuesta es clara: entregar resultados verificables, robustecer la confianza de la ciudadanía y demostrar que servir a la nación implica tanto proteger el espacio aéreo como garantizar un ejercicio público honesto.
Las acciones de la FAM se enmarcan en los ejes de la Estrategia Nacional de Seguridad, la cual privilegia la coordinación interinstitucional, la atención a causas de la violencia y el fortalecimiento de capacidades tecnológicas y humanas.
Compromiso con la nación
En síntesis, la Fuerza Aérea Mexicana transita por una etapa de modernización que combina operatividad militar, eficiencia administrativa y transparencia institucional.
“Ha intensificado sus esfuerzos para consolidarse como una institución moderna, eficiente y transparente”, establece
En un comunicado, la institución dependiente de la Sedena, detalla que la FAM mantiene como columna vertebral el Plan DN-III-E, instrumento de referencia en la atención de desastres naturales y emergencias.
A través de esta estructura,--agrega-- la Fuerza Aérea ha reforzado su capacidad de despliegue para brindar auxilio a la población civil en fases de prevención, auxilio y recuperación. Helicópteros, aeronaves de transporte y equipos de respuesta rápida son utilizados para traslado de víveres, rescate y apoyo logístico.
A la par, se han impulsado proyectos tecnológicos propios que buscan elevar la seguridad de vuelo y la vigilancia aérea.
El Centro de Investigación, Desarrollo e Innovación de la FAM (CIDEFAM) ha trabajado en equipamiento de aeronaves con sistemas de visión térmica y sensores especializados, lo que permite operaciones más precisas en escenarios de riesgo. Estos avances fortalecen la capacidad del país en materia de vigilancia estratégica y movilidad aérea.
En el plano institucional, la Sedena ha reforzado los procesos internos a través de la Inspección y Contraloría General del Ejército, Fuerza Aérea y Guardia Nacional, órgano encargado de supervisar, auditar y evaluar aspectos técnicos, financieros y administrativos.
Asevera que las recientes actualizaciones legales han otorgado mayor alcance a estas tareas, con la meta de cerrar espacios a la opacidad y asegurar un uso eficiente de recursos públicos.
Asimismo, la Sedena publica informes periódicos de rendición de cuentas y avances de programas prioritarios en su portal de transparencia. Estos reportes incluyen indicadores de desempeño, metas alcanzadas y evaluación de resultados, lo que constituye una herramienta de control ciudadano y un compromiso institucional con la apertura.
Transparencia y combate a la corrupción
El combate a la corrupción es otro de los ejes prioritarios donde la FAM busca no solo prevenir prácticas indebidas, sino también generar confianza pública en torno a una de las instituciones históricamente mejor valoradas por los mexicanos.