Ramírez Marín destacó que bajo la dirección de la coordinadora general Mónica Pacheco Skidmore, la Central de Abasto avanza en un proyecto que permite dar un destino responsable a las 300 a 400 toneladas de alimentos que se desperdician cada día, de las cuales cerca del 80% son productos orgánicos.
Parte de estos productos son rescatados para consumo social, mientras que el resto se transforma en composta, biogás y otras acciones de economía circular, reduciendo la presión ambiental y fortaleciendo la seguridad alimentaria.

“El Senado de la República no puede permanecer al margen de un esfuerzo de esta magnitud. Me sumo con toda convicción, no sólo para reconocerlo, sino para impulsar políticas públicas que lo respalden y lo multipliquen”, subrayó Ramírez Marín.
El legislador aseguró que el liderazgo de Mónica Pacheco Skidmore, junto con el acompañamiento de la FAO y la ONU, representa un modelo de responsabilidad compartida que México debe expandir a nivel nacional.