
Entre protestas y reclamos de la oposición que exigió la renuncia del gobernador de Michoacán, el Senado de la República condenó el asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo y pidió unidad y trabajo conjunto por la patria ante la infamia.
En un pronunciamiento leído por su presidenta Laura Itzel Castillo, el Senado respaldó la estrategia de seguridad de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, así como el Plan Michoacán por La Paz y la Justicia, que atiende el problema desde sus causas y procura consolidar una justicia integral que implica el fortalecimiento de un sistema judicial que erradique la impunidad para alcanzar la paz duradera.
A manera de protesta, la oposición colocó en sus escaños, decenas de sombreros como los que utilizaba el alcalde asesinado este 1 de noviembre y lanzó arengas de “viva Carlos Manzo” ante la molestia de los morenistas que les gritaban “zopilotes” y buitres.
A nombre del Senado, Castillo expresó sus “más profundas condolencias” a la familia del alcalde de Uruapan, Michoacán y a todo el pueblo michoacano, ante el asesinato de Manzo pero también respaldó las acciones que encabeza su gobernador Alfredo Ramírez Bedolla.
En esta contexto, el Senado confió en que las autoridades competentes realizarán las investigaciones de manera eficaz y expedita, para garantizar la justicia por este e acto que atenta contra la seguridad y bienestar del pueblo de Uruapan, de Michoacán y de México.
Asimismo refrendó su compromiso por el trabajo conjunto y coordinado entre instituciones para construir la paz en cada rincón del territorio mexicano.
El PRI a través de su coordinador, Manuel Añorve exigió la renuncia del gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla por su ineptitud y negligencia criminal.
“¡Que se vaya, que renuncie Alfredo Ramírez Bedolla…!”, demandó
Añorve acusó que el crimen de Carlos Manzo es un crimen de Estado y una tragedia anunciada por lo cual es un crimen de estado.