CDMX — A partir de 2026, los debates político-económico-sociales en México deben también incluir la apuesta de empleos formales, permanentes y que eleven la productividad del país, y la agroindustria es clave en el progreso de las regiones, aseguró el diputado Pedro Haces Barba.
El vicecoordinador de Operación Política de la bancada de Morena en San Lázaro aseguró que el país necesita empleos formales, productivos y regionales, y enfatizó que “ese es el modelo que puede dar estabilidad a las familias y competitividad al país”,
“México enfrenta hoy un reto que va más allá de crear empleos: es necesario generar trabajos que duren, que sean formales y que eleven la productividad del país. La estabilidad económica y social dependerá de qué tipo de empleo se genere y en qué sectores”.
A los temas de debate que se avecinan en materia política-electoral, sociales y económicos, el legislador señaló que rumbo a 2026, el país debe pasar del “cuántos empleos” al “qué empleos”, y eso obliga a concentrar esfuerzos en industrias con capacidad real para generar valor agregado, capacitación y cadenas productivas regionales.
Las industrias clave para un empleo sostenible son manufactura avanzada en las que destacan sectores como la automotriz, aeroespacial, electrónica y dispositivos médicos, los cuales concentran hoy buena parte del potencial productivo del país.
“Estas industrias pueden generar entre 300 y 500 mil empleos formales adicionales en los próximos años, siempre que se acompañen de capacitación técnica y certidumbre laboral. Con cifras oficiales del INEGI, esta industria tiene registrados a 6.1 millones de personas en un empleo formal por eso la manufactura avanzada, no sólo genera empleo, sino también conocimiento, especialización y mejores salarios cuando se invierte en capacitación”, resaltó el líder morenista.
Milpa Alta, contra bachillerato y carreras en agroindustria
Pedro Haces fue enfático con el sector de la agroindustria, porque advirtió que México no puede limitarse a exportar materia prima, sino más bien aprovechar capacidades en la transformación agroindustrial, el procesamiento y la exportación con valor agregado, actividades que pueden detonar empleo regional, reducir desigualdades territoriales y fortalecer economías locales”.
“La agroindustria genera empleos en un promedio de 6.8 a 7 millones de personas; el no primario produce de 2.5 a 3.0 millones, y mediante la transformación y exportación se puede generar hasta 250 mil empleos adicionales”, estimó el legislador y también líder sindical.
Aunado a este sector, también el de servicios técnicos y tecnológicos, como mantenimiento industrial, automatización, ‘software’, energías limpias y servicios especializados, se puede aprovechar el talento joven, y elevar la productividad general de la economía.
“Son empleos del (ahora) futuro, con capacidad de crecimiento sostenido.
El empleo estimado de este sector, de acuerdo con datos del ENOE 2024, es de entre 1.5 a 1.8 millones de personas, con una tasa de crecimiento anual de alrededor de 6 a 8 por ciento, superior al promedio nacional.
Conforme a lo expuesto por el diputado morenista, en la Ciudad de México se ha perdido una oportunidad en la alcaldía Milpa Alta, donde los “usos y costumbres” frenaron a la 4T en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador para la construcción de su primer bachillerato técnico con carreras enfocadas en la agroindustria, dado el territorio aún considerado rural, y del cual se puede explotar el valor agregado.
Crónica dio cuenta de la “arcaica” postura de los habitantes de esa demarcación, incluso que se imponen a la Constitución federal que obliga garantizar el derecho a la educación.
En Milpa Alta la población joven es cada vez más dominante, pero con pocas oportunidades de estudios, porque sus padres se niegan a que un campo de futbol, que deja ganancias económicas en el corto plazo por cobro de arbitraje, se convierta en un complejo educativo.
Colombia empodera a sus jóvenes rurales
En Colombia, la agroindustrialización representa una oportunidad concreta de desarrollo territorial, que impide migración y revitaliza a su territorio de siembra.
La agroindustria en el país subdamericano es clave para cerrar brechas de productividad y equidad, porque combina conocimientos tradicionales con tecnologías modernas, desde procesamiento de alimentos hasta energías renovables aplicadas a la producción, de acuerdo con la información pública del país sudamericano.
