El Gobierno de México mantiene un seguimiento puntual al cumplimiento de los compromisos de entrega de agua del Río Bravo a Estados Unidos, conforme a lo establecido en el Tratado de Aguas de 1944 y sus actas complementarias, informó la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) este 21 de diciembre.

De acuerdo con la dependencia, se han puesto en marcha acciones extraordinarias que incluyen la entrega de volúmenes de agua provenientes del Río San Juan, siempre y cuando exista disponibilidad operativa en el sistema hidráulico nacional. Estas medidas priorizan el uso agrícola en México y garantizan el abasto de agua para consumo humano en las regiones del país que dependen de estas fuentes.
La SRE precisó que el uso del Río San Juan como apoyo para el cumplimiento de los compromisos internacionales cuenta con antecedentes legales, respaldados por el Artículo 9 del Tratado de Aguas de 1944 y el Acta 331 de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA).
Asimismo, el gobierno federal reiteró que el diálogo y la coordinación con los usuarios de la cuenca del Río Bravo son permanentes, y subrayó que la prioridad es asegurar el acceso al agua potable para las poblaciones mexicanas.
Cumplimiento del Tratado de Aguas de 1944
La reciente decisión de liberar 249 millones de metros cúbicos de agua a Estados Unidos responde a los compromisos establecidos en el Tratado de Aguas de 1944 y, según las autoridades mexicanas, no compromete el suministro nacional para consumo humano ni para actividades agrícolas.
Este acuerdo fue alcanzado el pasado 12 de diciembre, luego de una temporada de lluvias que permitió acumular el volumen requerido. La entrega se apoya en la infraestructura hidráulica existente y mantiene como prioridad el abastecimiento a la población y al sector agrícola mexicano.
Actualmente, ambos países trabajan en la elaboración de un plan conjunto para las entregas correspondientes al ciclo vigente, el cual deberá definirse a más tardar el 31 de enero de 2026. Las autoridades mexicanas reiteraron que se mantendrá el diálogo y la cooperación con Estados Unidos en distintos niveles de gobierno para asegurar una gestión equitativa del recurso hídrico.
Además, México y Estados Unidos ratificaron su compromiso con el Tratado de 1944 y señalaron que este marco jurídico contempla mecanismos para actuar conforme a los intereses de cada nación en caso de incumplimiento.
¿Qué establece el Tratado de Aguas de 1944?
El Tratado de Aguas de 1944 establece en su artículo 4 que México debe entregar a Estados Unidos un volumen anual de agua proveniente de seis afluentes mexicanos del Río Bravo. No obstante, el acuerdo prevé que, en casos de sequía extraordinaria, las entregas pueden ajustarse en ciclos de cinco años.
El tratado también señala que, si al término de un ciclo persisten faltantes derivados de condiciones excepcionales, estos pueden compensarse en el periodo siguiente. Durante el ciclo 2020-2025, la cuenca del Río Bravo enfrentó una sequía histórica que impidió a México cumplir con la cuota completa, una situación contemplada en el propio acuerdo.
Por ello, México dispone de un ciclo adicional de cinco años, que concluirá en octubre de 2030, para reponer los volúmenes pendientes, conforme a lo estipulado en el Tratado de Aguas de 1944.