La noche del viernes y madrugada del sábado la capital de Tabasco registró una ola de violencia que incluyó balaceras, quema de vehículos y motines en tres penales de Villahermosa, lo que dejó dos muertos, y ocurre antes de la anunciada visita del presidente Andrés Manuel López obrador. El Gobierno estatal no se ha pronunciado por estos hechos y sólo se ha limitado a asegurar que la seguridad está garantizada, pese al temor que viven los tabasqueños por la inseguridad.

Los incendios ocurrieron justamente después de una balacera registrada en el interior del Fraccionamiento Campestre de Villahermosa, a las afueras de la casa de Hernán Bermúdez Requena, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana de Tabasco.

La ola violenta se desató con la detonación de armas de fuego en el fraccionamiento Campestre, una zona residencial habitada por empresarios, políticos y funcionarios. Inicialmente se dijo que se trataba de un ataque contra el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Hernán Bermúdez Requena, la que fue desmentido más tarde.

Otro momento violento se registró un carreteras que conectan con la capital, donde se registró el incendio de dos tráileres, una camioneta de paquetería y una decena de autos particulares. Estos hechos se reportaron en el periférico Carlos Pellicer Cámara y en tramos carreteros de Bosques de Saloya y El Cedro en Nacajuca.

También se reportaron más quema de autos en Cárdenas, Paraíso, Teapa y Macuspana y saqueos a tiendas de conveniencia.

En medio de la noche de violencia se registraron tres motines en el mismo número de penales, uno de ellos en el Centro de Reinserción Social del Estado de Tabasco (CRESET) en Villahermosa, donde los reclusos provocaron un incendio en el patio. Fuerzas del orden y ambulancias acudieron al lugar, reportándose un muerto y tres heridos.

Otro motín se registró en el centro penitenciario de Comalcalco, sin que se conozcan sobre víctimas.

Un tercer motín se reportó en el penal de Huimanguillo, donde también se registró un deceso.