Hospital Regional “1º de Octubre” del ISSSTE, punta de lanza en trasplantes renales
Primera donación multiorgánica del año permite trasplantar dos riñones a pacientes que estaban en lista de espera, para poder mejorar su calidad de vida
sector salud
En la primera mitad del mes en curso, se registró la primera donación multiorgánica en el Hospital Regional (HR) “1º de Octubre” del ISSSTE, y la séptima en lo que va del año.
El amable gesto de regalar vida, de los familiares de una persona que sufrió una enfermedad vascular cerebral (EVC) y le provocó muerte encefálica, quienes accedieron a la donación de diversos órganos, permitió contar con dos riñones.
Estos órganos, brindarán una segunda oportunidad de vida a dos pacientes que estaban a en lista de espera de un trasplante para mejorar su calidad de vida y reintegrarse a su vida familiar, laboral y social, sin tener que estar confinados a tratamientos de diálisis peritoneal o hemodiálisis.
Es importante mencionar que el trasplante renal se ha realizado desde hace 24 años en dicho nosocomio, siempre con el compromiso de restablecer la salud de la derechohabiencia afectada por insuficiencia renal.
Se destacó la importancia de fortalecer una cultura de la donación de órganos, así como cambios en los estilos de vida de las personas en general, a fin de evitar desarrollar enfermedades crónico-degenerativas como diabetes mellitus, o hipertensión arterial, y con ello evitar el riesgo de daño renal, los cuales cumplen una función básica para el organismo:
Filtran los desechos y el exceso de líquidos de la sangre que luego son excretados a través de la orina. Algunos de los factores que pueden aumentar el riesgo de enfermedad renal crónica son, además de las mencionadas diabetes y hipertensión, están los padecimientos del corazón, tabaquismo y obesidad.
Es de suma importancia tomar en cuenta estos aspectos, ya que la enfermedad renal crónica se desarrolla a lo largo de los años y el daño en los riñones avanza lenta y silenciosamente, hasta que se manifiesta con: náuseas, vómitos, pérdida del apetito, fatiga, debilidad, problemas de sueño, cambios en la producción de orina, disminución de la agudeza mental, espasmos musculares y calambres, hinchazón de pies o tobillos y presión arterial alta.
Ante ello, se debe procurar realizar alguna actividad física regular, mantener el control del peso y los niveles óptimos de glucosa en la sangre con una alimentación balanceada; monitorear la presión arterial, beber agua simple, evitar fumar o dejar de hacerlo y evitar la automedicación.