Nacional

“Policías les van a pedir 200 pesos por cabeza; se los dan, o no los van a dejar seguir”

Migrantes de Haití, Venezuela, Colombia, entre otras nacionalidades que llegan de la frontera Sur, son extorsionados cuando deciden continuar su viaje hacia la frontera del Norte, "sólo van a pasar por el retén de San Roberto, en la ciudad de Monterrey, la policía estatal va a parar el camión"

crisis migratoria 

Migrantes venezolanos, haitianos, colombianos, entre otras nacionalidades durmiendo frente a la central camionera del Norte

Migrantes venezolanos, haitianos, colombianos, entre otras nacionalidades durmiendo frente a la central camionera del Norte

Liliana Gómez

“Monterrey, Monterrey”, es el destino que ofrece una persona a los migrantes de Haití, Venezuela, Colombia, entre otras nacionalidades que llegan de la frontera Sur a la Ciudad de México. Es un servicio directo, de 12 horas, mil por persona y deben llevar preparada una “colaboración” extra, ya que en el retén policial de San Roberto, en el municipio de Monterrey, se suben los estatales a extorsionar antes de dejarlos seguir su camino.

El hombre que le explica todo esto a los migrantes está en la Avenida Hospital Benito Juárez, a un lado de la central de autobuses del Norte, en la alcaldía Gustavo A. Madero. Ofrece el servicio de viaje a la ciudad de Monterrey, solamente a migrantes, entre quienes va pasando ofreciendo sus servicios en las banquetas y camellones aledaños de la terminal camionera.

“Es un servicio directo de 12 horas, sólo van a pasar por el retén de San Roberto, la policía estatal va a parar el camión y les va a pedir una colaboración de 50 a 200 pesos”, dijo el vendedor de boletos.

Conversación

Descripción de la imagen

Captura de pantalla

“El precio es de mil pesos por persona, si deciden viajar conmigo los llevo a mí agencia que se encuentra a dos cuadras de la central de autobuses”, enfatiza el hombre.

La central de autobuses del Norte, se ha convertido en un refugio para los migrantes que vienen llegando de la frontera del Sur; los venezolanos, haitianos, colombianos y ecuatorianos instalaron un campamento improvisado con cajas de cartón y hule.

Los migrantes buscan seguir camino hacia la frontera del Norte, en búsqueda del sueño americano, decenas de ellos se encuentran pernoctando en las calles de la capital, los albergues están a su limite de capacidad, por lo que los migrantes deciden dormir en parques, banquetas, debajo de un puente, entre otros lugares de la Ciudad de México. Algunos, buscan trabajar de forma ilegal, ya que no cuentan con documentos, lavan carros y barren calles, todo ello para poder comprar un boleto con destino a Monterrey.

Migrantes durmiendo afuera de la central de autobuses del Norte

Migrantes durmiendo afuera de la central de autobuses del Norte

Liliana Gómez

Cuando consiguen un poco de dinero continúan su travesía por México, ellos buscan la manera de viajar “económicamente” e ilegal, arriba de trenes, tráileres, y autobuses, como es el caso que ya se mencionó.

“Cuando llegamos a la Ciudad de México lo primero es buscar dónde pasar la noche, algunas familias o personas se van al otro día, por eso buscamos como irnos para la frontera con EU, los que tiene dinero se compran un boleto para Monterrey, el muchacho está todos los días ofreciendo el servicio, mil por persona, a parte debemos llevar más dinero para darles a los policías”, comentó una mujer migrante de nacionalidad venezolana.

Migrantes de Venezuela bajo un árbol afuera de la central de autobuses del Norte

Migrantes de Venezuela bajo un árbol afuera de la central de autobuses del Norte

Liliana Gómez

Sin embargo, no solamente en los retenes de la frontera del Norte son extorsionados los migrantes, de igual manera en la frontera Sur les piden “mochada”.

“Cuando veníamos para México, por Comalapa, Chiapas se subieron tres policías, se bajaron a 10 personas del autobús, los obligaron a dejarles dinero, llegar a México es lo peor, nos roban, extorsionan, discriminan y humillan, al menos en la selva El Darién sólo nos salen animales”, dijo un migrante de Venezuela.

Lee también

La selva no es como la de los libros de mi escuela: historias de los niños del Darién

liliana gómez
Atuán, migrante venezolano de 7 años

El pasado, seis de octubre el Vigésimo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa de la Ciudad de México reconoció que solicitar un permiso migratorio para comprar un boleto de autobús y subir a uno, para viajar dentro del país, es una transgresión al derecho al libre tránsito y constituye un acto discriminatorio contra las personas migrantes, y determinó que aunque el Instituto Nacional de Migración tiene la facultad para solicitar a las personas extranjeras documentos migratorios esto solo se limita a las fronteras, como lo establece la Ley de Migración, por lo que no hay justificación para hacerlo en las terminales de autobús al interior del territorio nacional y menos facultar, de facto, a las líneas de autobús como agentes migratorios.

El Tribunal Colegiado, a través de la sentencia del amparo en revisión 400/2022, insta al Instituto Nacional de las Mujeres, la Secretaría de Gobernación, el Instituto Nacional de Migración, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, la Fiscalía General de la República, la Guardia Nacional, la Secretaría de Relaciones Exteriores y la Cámara Nacional del Autotransporte de Pasaje y Turismo a implementar acciones inmediatas a fin de que las personas no vean obstaculizado su derecho a la libre circulación a través del establecimiento de puntos de atención para que puedan denunciar el incumplimiento de esta resolución.

La prohibición de comprar un boleto de autobús y subir a uno ocasionó que las personas migrantes buscarán rutas más peligrosas, agravando sus condiciones de vulnerabilidad, además de dejar en manos de las líneas de autobús la difusión de la medida y decidir quién podía o no subirse a un autobús y viajar con menos riesgos.