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“¿Quiere certificación como médico especialista? Le vendemos el examen”…

En los últimos años la Conacem ha documentado casos de Consejos fraudulentos, los cuales ofrecen evaluaciones falsas a doctores. La certificación es tema de discusión pública tras sombrío diagnóstico de la 4T y el imperioso anuncio de contratar cubanos

Foto: Especial

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El mercado negro de certificaciones y exámenes para especialidades médicas es otro de los problemas del sector Salud en México…

Al menos desde 2017, el Comité Normativo Nacional de Consejos de Especialidades Médicas (Conacem), órgano encargado por ley de supervisar las capacidades profesionales de los especialistas, ha alertado sobre la aparición de Consejos fraudulentos, los cuales ofrecen certificaciones y evaluaciones falsas a los doctores.

“¿Quiere una certificación como médico especialista? Le vendemos el examen”, es gancho en redes sociales.

La Ley General de Salud obliga a los especialistas a corroborar sus conocimientos mediante una evaluación en sus Consejos respectivos, respaldada por el Conacem. El proceso, en la mayoría de los casos, debe repetirse cada cinco años.

La certificación es tema de discusión pública tras un sombrío diagnóstico difundido por el gobierno federal sobre la falta de especialistas certificados en México y el imperioso anuncio de la contratación de médicos cubanos.

Hace cinco años el Comité, en un reporte a sus agremiados, denunció la operación de Consejos “patito”, los cuales ofrecían exámenes hechizos.

Los casos derivaron en la presentación de una denuncia. Uno de los casos más robustos fue contra una asociación civil denominada Consejo Mexicano de Anestesiología, la cual, incluso, llegó a los terrenos del Poder Judicial de la Federación. Esta sociedad no contaba con la declaratoria de idoneidad exigida en el artículo 81 de la Ley General referida.

A los anestesiólogos se les vendía un supuesto examen para obtener la certificación.

La incidencia no es sólo añeja. Se han repetido diversos casos similares en los últimos años, hasta llegar al más reciente, incluso con el involucramiento de legisladores…

Apenas hace unos días se documentó la extraña aparición de un ente llamado Consejo Mexicano de Profesionistas con Especialidad en Cirugía Estética, el cual cabildeó en el Senado de la República para organizar donde se le entregaría el aval del Conacem. Era una treta.

La cirugía estética, como tal, ni siquiera está reconocida en el país como especialidad. Como si lo está la de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva.

El Comité denunció además el uso irregular de su nombre y logotipo, así como el del Senado. La operación anómala de especialistas y Consejos ficticios, reprochó, se valen de engaños para hacer negocios en perjuicio “de las personas menos favorecidas”.

El Conacem ha conocido de distintas historias de pacientes con daños irreversibles en su salud o desenlaces funestos, por la intervención de médicos con certificaciones adulteradas.

“Hemos detectado grupos que improvisan cursos, que ofrecen formar cirujanos o especialistas en tres meses. A veces se trata de cursos a distancia y, aunque sean presenciales, tienen un nulo nivel académico y científico”, afirma el doctor Felipe Cruz Vega, secretario del Conacem y presidente de la Academia Mexicana de Cirugía.

-El último que han denunciado es el de cirugía estética…

-Sí, les dicen cómo poner botox y ya con eso los hacen especialistas, o les enseñan a aplicar sustancias que resultan dañinas para el organismo. Hay un registro muy alto de mortalidad en mujeres por esta situación. A veces a sus cursos les llaman maestrías, pero se limitan a unos cuantos meses, nada tiene que ver con una carrera profesional que son siete años de medicina, 3 o 4 años de la especialidad de cirugía, y otros 3 o 4 años de cirugía reconstructiva, plástica y estética.

-¿Hay entonces Consejos y certificaciones patito?

-Sí, son grupos muy fuertes, que sólo buscan beneficios económicos, y han hecho una guerra muy incómoda e injusta contra los médicos que sí han dedicado mucho tiempo a su profesión y están certificados de manera oficial. Han ido con diputados y senadores para posicionarse.

-¿Colusión con legisladores?

-No hablamos de las Cámaras completas, ni siquiera de las Comisiones de Salud, son algunos legisladores que quizá tengan intereses muy cercanos con quienes están manejando las escuelas patito, porque ya los tenemos identificados. Hemos tenido pláticas de nivel técnico con la actual legislatura, porque nosotros también estamos en una guerra frontal contra los que no reúnen requisitos para poner las vidas de pacientes en sus manos.

-¿Y hay complicidad con otras autoridades?

-Son grupos que se unen y forman una escuela patito. En las entidades del país, no sé cómo lo hacen, les autorizan funcionar dando diplomados y maestrías que ni siquiera tienen campos clínicos. Esto ha derivado en muchas muertes, en la pérdida de miembros, de brazos y piernas o de otras partes del cuerpo.

Los Consejos con el mayor número de médicos especialistas certificados en el país son los de Pediatría (por la exigencia en la atención de niños), Medicina Familiar, Anestesiología, Ginecobstetricia y Cirugía General. Sin embargo, persiste el déficit de especialistas para cubrir las necesidades de población nacional.

Aunque, conforme a los parámetros internacionales, nuestro país tiene menos de la mitad de los requeridos por cada 100 mil habitantes (107, por 230 sugeridos por OMS y OCDE), los Consejos médicos coinciden en un subregistro, porque en los datos oficiales no se contempla a quienes están desempleados, carecen de un trabajo formal o laboran en los consultorios adyacentes a una farmacia, quienes brindan alrededor de 125 mil consultas al día.

“Si se contara a todos los especialistas, sin importar su condición laboral, tendríamos una puntuación menos lejana a los estándares internacionales. Las instituciones no tienen la capacidad financiera para contratar a todos”, dice Cruz.

Según el neurocirujano Rodolfo Ondarza (egresado de la UNAM y del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía), hay investigaciones en torno a la falta de una base de datos confiable sobre el número de especialistas en el país. También habla del bajo nivel académico de algunas instituciones:

“Muchas universidades privadas carecen de calidad, y sus planes de estudio incluyen religión, negocios y otras cosas que nada tienen que ver con la medicina, a la que se le ve con un afán de lucro, como mercancía. En todos los gobiernos, incluido el actual, hay poca sensibilidad sobre la importancia de la ética médica, no se han sentado las bases para una comisión en la materia. Es un desafío sobre la mesa”…

Mientras el ginecobstetra José Piña -también de la UNAM y jubilado del Seguro Social-, cierra: “Lo único que necesita un gran médico para cumplir su función social son tres cosas: saber saber, es decir, tener una teoría sólida; saber hacer, aplicar los conocimientos adquiridos con la práctica; y saber ser, ver al paciente como un ser humano, no como un negocio”…

LOS DATOS

De los 135 mil 046 especialistas certificados en el país, 125 mil 634 tienen su aval vigente; el resto, está proceso de recertificación.

MÉDICOS CERTIFICADOS EN LOS ÚLTIMOS AÑOS

2019: 21,619

2020: 20,135

2021: 22,837