
La reciente aprobación en la Cámara de Diputados de la iniciativa que garantiza el libre acceso a las playas y a las Áreas Naturales Protegidas en México fue recibida con matices por el sector hotelero de Quintana Roo, que si bien reconoce el beneficio social de la medida, pide que la responsabilidad de mejorar los accesos no recaiga únicamente en la iniciativa privada.
David Ortiz Mena, presidente del Consejo Hotelero del Caribe Mexicano y de la Asociación de Hoteles de Tulum, consideró que la reforma no representa un riesgo para el turismo, sino que puede consolidar un anhelo social de contar con mayores accesos públicos al mar.
“No la vemos mal, no será una reforma lesiva para el turismo. Habrá que ver cómo se implementa, pero es importante que existan espacios públicos con accesos señalados, con servicios y condiciones dignas”, señaló.
Ortiz Mena recordó que muchos de los hoteles y clubes de playa en la zona costera de Tulum ya funcionan como espacios abiertos al público, sin consumo mínimo ni cobros de entrada, lo que contribuye a la oferta turística del destino tanto para visitantes como para locales.
Retos a tomar en cuenta
Sin embargo, advirtió que el reto está en la infraestructura y en el manejo de áreas naturales protegidas, como ocurrió recientemente con el Parque Nacional Tulum y la creación del Parque Jaguar, donde el incremento de hasta 100% en los derechos de acceso, sumado a los pagos adicionales al INAH y a la Conanp, generaron incertidumbre entre los visitantes y afectaciones a la economía de familias que dependen de esa zona.
“Esa es una situación sobre la que hay que seguir trabajando. Ver de qué manera esta reforma puede ayudar a evitar que se repitan esos escenarios que complican la experiencia turística”, apuntó.