El Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT por sus siglas en inglés) abrió un nuevo laboratorio gracias a una aportación mexicana. Se trata del nuevo Laboratorio de Prototipado de Microsistemas Tecnológico de Monterrey, que forma parte del enorme conjunto de nuevos laboratorios abiertos por MIT en el edificio llamado MIT.nano. Las nuevas instalaciones servirán para la educación de jóvenes de México, Estados Unidos y otros países.
Este Laboratorio de Prototipado de Microsistemas servirá para probar nuevos microcircuitos y sistemas electrónicos de escala micro y nanoscópica, que se podrán usar en dispositivos médicos, equipos para generar energía y sistemas de limpieza de contaminantes, entre otros usos, explicó en entrevista el director del Laboratorio, el investigador español Jesús del Álamo, quien ha laborado en MIT durante más de 30 años.
“Este nuevo Laboratorio de Prototipado nace como parte de un programa muy ambicioso de MIT que fue la construcción de un gran edificio de laboratorios que concentre todo el trabajo que se está haciendo en la institución en los campos de nanotecnologías y nanociencias. En este gran proyecto tuvimos comunicación con el Tecnológico de Monterrey, que gestionó recursos que nos permitieron abrir el laboratorio que lleva su nombre y en el que hemos reunido equipos que antes se encontraban en diferentes laboratorios y ponerlos en un solo lugar, junto con otros equipos adquiridos posteriormente”, indicó el doctor Del Álamo.
El nuevo edificio, inaugurado el 4 de octubre por el presidente de MIT, Rafael Reif, contó con la presencia de autoridades del Tec de Monterrey, encabezados por José Antonio Fernández y Salvador Alva, presidente del consejo y presidente de la institución, respectivamente.
Gracias a la colaboración que el Instituto de Tecnología de Massachusetts tiene con el Tecnológico de Monterrey (MIT-Tec) desde 2014, el proyecto del MIT.nano, recibirá no sólo a alumnos y profesores de la institución, sino también a grupos de otras organizaciones de diversos países.
Los microsistemas electrónicos se pueden aplicar en áreas de diagnóstico en dispositivos biomédicos de manera profunda, con la intención de detectar enfermedades muy particulares, así como en elaboración de pruebas rápidas para la evaluación de productos que tienen alto potencial farmacéutico, terapéutico, además de aplicaciones ambientales y nutricionales, entre muchas otras. Además, el uso de estas tecnologías innovadoras son relativamente fáciles de implementar, ya que no requieren altos costos de inversión.
“El uso de estas tecnologías de microcircuitos originalmente se usó mucho para la industria de cómputo, pero actualmente se han abierto mucho las posibilidades de aplicación. Vemos muchos usos potenciales en temas de energía, salud y medio ambiente, pero en MIT teníamos que hacer una inversión en mejores espacios de trabajo para poder trabajar en todas estas líneas prometedoras de desarrollo”, indica Del Álamo, quien durante años ha estudiado las propiedades del silicón y de diferentes materiales para generar electricidad a partir de la radiación solar.
Antes de iniciar este proyecto, con interacciones muy cercanas con el Tecnológico de Monterrey, el doctor Jesús del Álamo ya tenía experiencia en proyectos multinacionales porque fue creador de un proyecto, llamado i-Lab Project, para dar clases y hacer experimentos con estudiantes que están en diferentes partes del mundo pero que pueden controlar equipos remotamente gracias a internet.
“El gran desarrollo que hemos tenido, los seres humanos, en los últimos 20 años gracias al uso de internet nos ha permitido llevar nuevos conocimientos y tecnologías más rápido hacia otros países. Anteriormente ya tuvimos colaboraciones con muchas instituciones de diferentes partes del mundo para hacer experimentos controlados remotamente a través de internet. Ahora, tenemos la esperanza de que estas nuevas instalaciones nos permitirán contactar con muchos talentos y mentes para mejorar las características de los dispositivos microelectrónicos y los nanodispositivos”, añadió.
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