Qué mejor lugar para presentarse; que en el teatro Metropolitan. La noche auguraba una velada babasónicamente rockera. No había lugar que se quedara vacío, todos los admiradores de la banda, se hicieron presentes en el recinto.
No hay mucho que decir sobre Babasónicos, los argentinos han conquistado el corazón del público mexicano en más de una ocasión y esta, no fue la excepción. Con el pretexto del cierra de la gira impuesto de fe, la banda argentina deleitó a todos sus admiradores con sus más recientes canciones, así como los clásicos del grupo.
Un juego de luces impecables y la seductora voz de Adrián Dárgelos, inundaban cada rincón del teatro. Unas versiones diferentes, pero con la esencia de las originales, sorprendieron a más de uno. Algo así como acústicas, pero conservando el origen rockero que las caracterizó en su momento.
“Impuesto de fe”, “Capricho”, “Putita”, “Yegua”, entre otros éxitos de la banda, hicieron cantar a todo el teatro, nadie perdí un solo momento, mientras, la noche comenzaba a hacerse cada vez madura, presagiando el inminente final de la gira.
El lugar lucia inmejorable, Babasónicos se sienten en casa cuando pisan México, sus admiradores se entregan en cada una de las canciones, bailando o gritando, todo se vale cuando la banda argentina está arriba de un escenario.
Decenas y decenas de pequeñas pantallas, eran testigos fieles del recuerdo, de cada nota, de cada coro. Un vocalista juguetón y una sinergia musical de muchos años de tocar y tocar juntos, eso es Babasónicos. Una banda que quiere igualar el éxito obtenido por sus compatriotas de Soda Stereo, llegando a todo el público posible. Una banda incansable, con miles de kilómetros recorridos y dejando un poquito de su corazón, en cada uno de los lugares donde se presentan. Eso es Babasónicos.
Una pausa, necesaria, hizo que la emoción del público sólo se desbordara aún más, lo mejor estaba por venir. Un poco más de una hora y 45 minutos, fue lo que Babasónicos le regaló al público mexicano, poniendo fin a una extensa gira. Adrián dejó entrever que una próxima se avecina, por mientras, los fanáticos de la banda tendrán que esperar el retorno de los irresponsables y desfachatados.
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