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La exdiputada federal, Ernestina Godoy, coordinará a la fracción de Morena en la primera Legislatura del Congreso de la Ciudad de México.
Por unanimidad, los diputados electos de Morena aprobaron la designación durante su primera reunión de trabajo como grupo parlamentario.
La diputada electa por Iztapalapa agradeció la confianza de sus compañeros y aseguró que asumirá el cargo con todo el respeto y la responsabilidad que se requiere para lograr, de la mejor manera posible, los consensos entre la coalición, “pero también con los demás partidos políticos a quienes no se verá como opositores sino como adversarios políticos”.
Godoy Ramos sostuvo que su grupo legislativo trabajará para que el Congreso se convierta en verdadero motor de transformación y cambio para la Ciudad de México, con el firme objetivo de elevar la calidad de vida de los habitantes de la capital.
“Uno de los temas prioritarios para Morena en el Congreso será la transparencia y la austeridad. Nos apoyaremos de las herramientas tecnológicas para dar a conocer todos y cada uno de los acuerdos y gastos que se realicen en el organismo legislativo, la ciudadanía conocerá en qué se invertirá el dinero que es del pueblo”, señaló.
Explicó con relación a la austeridad, que Morena buscará que el Congreso sea un organismo austero, empezando por su presupuesto, el cual actualmente es de 2 mil 366 millones de pesos, pero por mandato constitucional se establece que el presupuesto del Congreso no podrá rebasar el 0.8% del Gasto Total de la Ciudad, con lo que disminuiría a mil 800 millones de pesos, “cantidad que, para Morena, aún se puede reducir”.
La próxima coordinadora de la fracción parlamentaria agregó que para hacer efectiva la austeridad, los diputados no contarán con servicio de gastos médicos mayores ni con guardaespaldas, autos ni ningún tipo de bono adicional a su dieta y serán tratados como cualquier otro trabajador, con un seguro del ISSSTE.
La bancada de Morena en el Congreso local se caracterizará por tener un nuevo modelo de diputados, los cuales serán austeros y se regirán por un código de ética que no permitirá que los intereses personales se superpongan a los intereses colectivos”, enfatizó.
También se comprometió a mejorar los procedimientos de discusión, a incorporar las opiniones de la gente y a evitar los intereses económicos y clientelares.
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